Alex Garland no deja a nadie indiferente. Desde sus inicios como guionista hasta sus últimas películas como director o productor, su huella en el cine moderno es ineludible. Muchos actores ahora consagrados deben su status de estrella a haber trabajado con él y otros intérpretes con años de carrera a sus espaldas se muestran desesperados por conseguir un papel en sus creaciones. Además de haber trabajado con Netflix (Aniquilación) o HBO (Devs), es responsable de algunos de los mejores títulos de A24, la distribuidora y productora de la que todo el mundo habla.
Sobre estas uniones hablaba el director británico con CINEMANÍA en Madrid: “En el caso de A24 he trabajado con ellos antes. A veces les he ayudado y a veces les he perjudicado o herido. […] Sé que A24 parece una organización enorme. No lo son, son un distribuidor independiente de películas. No se parecen a Disney ni a Warner Brothers. Y así, trabajando para ellos, lo que encuentro es un fuerte sentido de la responsabilidad".
Garland es consciente de las limitaciones de A24 a la hora de soportar sus exigencias. "Con esos otros socios pienso: '¿de verdad?, ¿quieres financiar esta película? Vale, creo que estás loco. Pero cogeré el dinero y lo haré a mi manera'. A veces pienso que están tomando una terrible decisión, pero si ellos si estaban de acuerdo con ella, son adultos y dejaré de preocuparme por ello. Con A24 no siento eso, particularmente con esta película. Tomaron un gran riesgo. Se arriesgaron con el tema y se arriesgaron con lo que cuesta. Y estaba bastante preocupado por si recuperarían su dinero”, explicó el cineasta.
En la entrevista, rodada días antes del estreno de Civil War en nuestro país (llegará a salas el 19 de abril), Alex Garland también habla del secreto detrás de escenas como la explosión en el monumento a Abraham Lincoln (“Creo que el cine se ve a menudo como el producto de algo totalmente intencionado. Puede que cierto tipo de cine lo sea, pero la forma en que hago películas, es muy, muy orgánica”) o de su pasión por la fotografía (“En el caso de la joven que utilizan un Nikon con película de 35 milímetros, es una referencia a un período más antiguo del periodismo. Los fotoperiodistas de esa época, aunque podrían haber utilizado una Leica o muchas otras, solían tener una Nikon y estar constantemente haciendo ese gesto de enfocar o pasar el carrete, y es porque intento remitirme inconscientemente a esa época antigua”).
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