Corría el año 1994 cuando unos jovencísimos Keanu Reeves y Sandra Bullock coincidían en el filme Speed: Máxima potencia. Él ya era ampliamente conocido en el cine por su participación en Drácula de Bram Stoker, Le llaman Bodhi o Las alucinantes aventuras de Bill y Ted, mientras que ella también había comenzado a darse conocer por Demolition Man o Secuestrada, y estaba a punto convertirse en una de las figuras clave del cine de los 90 y los 2000.
Aunque el filme de Jan de Bont se transformó en un éxito de taquilla, con hasta 350 millones de dólares recaudados, Keanu Reeves no quiso regresar en la secuela de 1997. Bullock sí que regresó al papel de Annie Porter, aunque ella ahora "se avergüenza" de este segundo título, que resultó un verdadero fracaso de crítica y taquilla.
Esto no significa que el actor norteamericano no haya pensado en infinidad de ocasiones sobre su trabajo como el policía Jack Traven y escenas tan potentes como la desactivación de la bomba en un autobús, mostrando la posibilidad de una tercera entrega con los dos.
Keanu Reeves y Sandra Bullock en 'Speed 3'
En un entrevista conjunta para el podcast 50 MPH, Reeves y Bullock mostraban sus ganas de trabajar juntos en la tercera entrega de Speed. "No creo que haya una fórmula para encontrar la química con alguien, simplemente sabes que la hay. Antes de morir, antes de que dejemos este planeta, creo que Keanu y yo necesitamos trabajar juntos de nuevo frente a la cámara. ¿Estaremos en sillas de ruedas o con andadores? Quizás. ¿Seremos de esos que van en pequeños scooters a Disneylandia? ¿Quién sabe?", declaraba la actriz, encontrando el apoyo de su compañero.
"Es como si hubiera un canto de sirena, como si hubiera algo que no se hizo en una tercera película. Me encantaría volver a trabajar contigo antes de que se nos cierren los ojos", añadía Reeves sobre este posible trabajo.
Reeves también reconocía que rechazó la secuela por el guion tan malo que leyó en su momento. "En ese momento, no respondí al guion. Tenía muchas ganas de trabajar con Sandra Bullock, me encantaba interpretar a Jack Traven y me encantaba Speed, pero... ¿un transatlántico? No tenía nada en contra de los profesionales involucrados, pero en ese momento tuve la sensación de que simplemente no estaba bien”.
Lo cierto es que Reeves y Bullock forjaron una gran amistad durante el filme, en un momento en el que él lo estaba pasando mal por la muerte de su amigo y compañero de reparto en My Idahoo privado, River Phoenix, llegando incluso a mantener una relación platónica que nunca se tradujo en nada más. Los dos trabajaron juntos de nuevo en 2006 en el drama romántico La casa del lago, donde continuaron demostrando una química más que evidente.
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