El director francés Laurent Cantet ha fallecido a los 63 años a causa del cáncer que desde hace unos años ya había afectado a la realización de sus últimos proyectos, según ha publicado el diario Libération.
De hecho, hasta sus últimos días estuvo trabajando en la preproducción de la que habría sido su próxima película con la productora Marie-Ange Lucciani (Anatomía de una caída), con la que habría vuelto a trabajar tras su último largometraje, Arthur Rambo (2021).
La clase (2008), la película con la que ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes de forma unánime y con Sean Penn como presidente del Jurado, permanece como la cúspide una filmografía volcada en las temáticas de justicia social y una puesta en escena naturalista para desarrollar estudios de personaje muy detallados e intimistas.
Hijo de profesores, Cantet difuminaba la frontera entre documental y ficción con esta película sobre el profesor de Lengua y Literatura en el instituto de un barrio conflictivo de París en la que adaptaba las propias experiencias de su protagonista, François Bégaudeau, que se interpretó a sí mismo, rodeado de actores naturales adolescentes.
Las películas de Laurent Cantet
Nacido en 1961 en Melle, en el oeste de Francia, Cantet fue a la universidad en Marsella y completó sus estudios de cine en el prestigioso Instituto de Altos Estudios de Cinematografía (IDHEC) de París, donde se graduó en 1986. Allí coincidió con nombres que serían muy importantes en la industria francesa de décadas posteriores, como Dominik Moll, Gilles Marchand y, especialmente, Robin Campillo.
Junto a Marchand escribió la que sería su primera película, el asfixiante drama laboral Recursos humanos (1999; galardonado en la sección de Nuevos Directores del Festival de San Sebastián), y con Campillo desarrollaría una estrecha colaboración que incluiría los guiones de El empleo del tiempo (2001), Hacia el sur (2005), La clase y Foxfire (2012).
El empleo del tiempo, quizás la mejor película de Laurent Cantet, cuenta la historia de un hombre (intensa interpretación de Aurélien Recoing) que, tras 11 años en una consultoría, es despedido de forma fulminante pero él oculta a su familia que se ha quedado sin trabajo; sí, la inspiración es el mismo caso real de Aurélien Recoing a partir del cual Emmanuel Carrère escribió El adversario.
Siempre pegado a historias reales pero con una sólida base literaria detrás, para abordar el peliagudo tema del turismo sexual en Haiti en Hacia el sur tomó como base relatos de Dany Laferrière y contó con una estrella como Charlotte Rampling de protagonista. Después del triunfo de La clase, se podría decir que sus producciones se internacionalizaron a la par que sus preocupaciones se hacían más dispersas pero sin perder los focos de interés que caracterizaban su trayectoria.
Así, en Canadá adaptó a Joyce Carol Oates con la juvenil Foxfire, la historia de un grupo de chavalas en Nueva York durante los años 50; en Regreso a Ítaca (2014), juntó a Jorge Perugorría y otro puñado de actores cubanos en una azotea de La Habana para charlar, beber, reír, bailar y filosofar sobre el paso del tiempo.
No sería hasta una película ya tardía, El taller de escritura (2017), que recuperó el método de captación practicado en La clase, esta vez con un curso de escritura comandado por la actriz Marina Foïs en la villa portuaria de La Ciotat. Finalmente, en Arthur Rambo retomaría el mundo de la industria literaria y una aguda reflexión sobre el efecto de las redes sociales en nuestra identidad, demostrando que Cantet siempre fue un cineasta sensible a preocupaciones de su tiempo.
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