Así fue el trágico accidente de Ayrton Senna que acabó con la vida del legendario piloto brasileño hace 30 años

Ayrton Senna en el Gran Premio del Pacífico en 1994
Ayrton Senna en el Gran Premio del Pacífico en 1994
EFE
Ayrton Senna en el Gran Premio del Pacífico en 1994

Ayrton Senna fue uno de los mejores pilotos de la historia de la Fórmula 1, y del automovilismo en general. El brasileño fue campeón mundial en tres ocasiones (1988, 1990 y 1991, todas con McLaren), y marcó una de las eras más nostálgicas de la categoría reina gracias a sus batallas con Alain Prost

Mágico, el rey, el jefe... son algunos de los apodos que definían a un hombre que, en palabras del periodista especializado Jeremy Clarkson, "era espectacular cada vez que se subía a un coche". Senna era un piloto único, sin miedo, que daba el máximo en cada vuelta, y su máximo nivel nunca ha sido replicado. "Si ya no te lanzas a un hueco que existe, ya no eres un piloto de carreras" fue su más icónica frase y su estilo de conducción, que los aficionados dejaron de poder disfrutar antes de tiempo. 

Se disputaba el Gran Premio de San Marino de 1994. Senna había abandonado en las dos primeras carreras del año, y un jovencísimo Michael Schumacher se escapaba en la clasificación mundial. En una clasificación marcada por el accidente mortal del piloto Roland Ratzenberger, el tricampeón brasileño logró la pole, y a pesar de cómo este evento afectó a Senna, quien le expresó a su pareja no querer disputar el Gran Premio de San Marino, el piloto, en ese momento en Williams, decidió correr. 

En la salida de la carrera, un accidente entre JJ Lehto y Pedro Lamy provocó la salida del Safety Car: un Opel Vectra demasiado lento. Senna realizó gestos con las manos, pidiendo un aumento de la velocidad, consciente de la caída de la temperatura y presión de sus gomas. Una vez se relanzó la carrera en la vuelta 6, el brasileño lideraba por delante de Schumacher. 

En la siguiente vuelta, el Williams FW 16 de Senna se salió de la trazada en la curva Tamburello, que en aquel entonces era un giro realizado con el pie a tabla. El monoplaza colisionó contra el muro a más de 200 km/h, lo que provocó que la rueda delantera derecha impactara con el casco del brasileño. Además, su cabeza golpeó la parte trasera del cockpit, lo que provocó severas roturas en su cráneo, que también sufrió el impacto de un trozo de la suspensión que penetró en su casco, lo que, según la autopsia, ocasionó su muerte cerebral inmediata.  

El neurocirujano Sid Watkins, jefe del equipo médico de emergencia de la F1, realizó una traqueotomía de emergencia, aunque finalmente, tras ser trasladado al Hospital Maggiore de Bolonia, se certificó su muerte tras varios paros cardiacos. Watkins comentó tiempo después su experiencia al intentar salvar la vida de Senna: "Parecía calmado. Levanté sus párpados y era obvio por sus pupilas que había sufrido una lesión cerebral masiva. Le sacamos del cockpit y posamos en el suelo. Según lo hicimos, suspiró y, aunque no soy religioso, sentí su espíritu abandonar su cuerpo". 

Incomprensiblemente, el gran premio no se detuvo, y después de una resalida, Michael Schumacher se llevó la victoria. Los eventos de aquel fatídico 1 de mayo de 1994 fueron un antes y un después en el automovilismo, sobre todo en términos de seguridad

Senna había propuesto la reinstauración de la Grand Prix Drivers' Association, el sindicato de pilotos de F1, una idea que posteriormente se llevó a cabo. Además, las investigaciones del accidente fueron el génesis de nuevos dispositivos como el HANS, que protege el cuello de los pilotos. Antes y después de su muerte, Ayrton Senna tuvo un impacto inigualable en el automovilismo, y su legado incluye decenas de vidas salvadas.

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