Beñat Intxausti se viste con el rosa del Giro en Pescara

  • La etapa, sube y baja constante endurecido por el agua, la ganó Adam Hamsen.
  • Bradley Wiggins y el líder Paolini cedieron al final y perdieron 1:32.
  • Vincenzo Nibali pasó al ataque. En el intento sufrió una caída sin consecuencias.
  • GIRO 2013: ¿Un mano a mano entre Bradley Wiggins y Vincenzo Nibali?
El vizcaíno Beñat Inxausti, vistiendo la maglia rosa de líder del Giro.
El vizcaíno Beñat Inxausti, vistiendo la maglia rosa de líder del Giro.
WEB MOVISTAR
El vizcaíno Beñat Inxausti, vistiendo la maglia rosa de líder del Giro.

Quizá solo sea un día, porque este sábado se disputa la contrarreloj individual en la que el británico Bradley Wiggins debía cimentar la defensa de su teórica maglia rosa y porque ahora mismo muchos ciclistas están separados por unos segundos, pero este viernes en Pescara, final de la séptima etapa, el líderato del Giro pasó de Luca Paolini a un delgadísimo y ligero vizcaíno de perfil vueltómano, buen escalador, buen contrarrelojista, que en marzo cumplió 27 años: Beñat Intxausti. Por segundos, sí. Pero una maglia, por qué no, para engancharse al Giro.

El ciclista del Movistar, la gran baza para la general de la escuadra telefónica, décimo en la pasada Vuelta a España, se vistió con el preciado rosa tras una etapa no muy larga, pero sí dantesca por la climatología y por las constantes subidas que alteraban la placidez del recorrido. Entre Marina di San Salvo y Pescara, 176 kilómetros, apenas cuatro puertos puntuables, pero una docena larga más completamente anónima. Subiditas de esas cortas que te sorprenden con un 15%, o un porcentaje mayor, que te corta la respiración y te bloquea las piernas. Una jornada de eliminación endurecida más aún por el agua. Y todo hay que decirlo: una jornada bien diferente a lo que se presentó en su día, mucho más llevadera. La organización y sus cambios…

Wiggins sufre

Eliminación en la fuga, forjada tempranamente (seis ciclistas en cabeza ya en el kilómetro 30) y rematada por el australiano Adam Hansen (Lotto-Belisol), quien se quedó en solitario a 20 kilómetros del final con casi tres minutos de margen y se enfrascó en una meritoria cabalgada. No desfalleció, gestionó bien las rentas y le sobró más de un minuto para ganar la etapa. Un premio dignísimo para un ciclista que en 2012 disputó y acabó Giro, Tour y Vuelta. Y eliminación también, y sobre todo, en el grupo de favoritos. Y especialmente al final. Un pelotón de ilustres en el que Bradley Wiggins, atragantado con la copiosa lluvia presente en los últimos kilómetros, mostró a partes iguales debilidad y miedo.

Wiggo sufrió en los repechos, o eso dejaba entrever yendo en la parte trasera del grupo. Y padecía en los descensos. Vincenzo Nibali (Astaná) lo tuvo claro y, dándole continuidad a un salto previo de su compañero Kangert, aceleró a unos 8 kilómetros del final. Nibali acabaría en el suelo, caído en una curva que supuraba agua, pero se levantaría rápido y emprendería la marcha. Y ahí seguía sin aparecer Wiggins. Ni sus colombianos Henao y Uran. Tampoco al líder Paolini. Al final Wiggins, que también acabó sufriendo una caída en los últimos kilómetros, para el que la jornada había comenzado cruzada por un supuesto mal ambiente dentro del Sky y un par de averías mecánicas al comienzo de la misma, cedería 1:32 con respecto a Intxausti, el australiano Cadel Evans (BMC), el canadiense Ryder Hesjedal (Garmin), el asturiano Samuel Sánchez (Euskaltel) o Nibali.

“Sinceramente estoy un poco sorprendido. Esto esun premio para mi y el equipo. El objetivo era ganar la crono por equipos, quedamos segundos y mira, hemos logrado este premio”, indicaba Intxausti, un corredor con unas condiciones magníficas para las vueltas al que hasta ahora le faltado ese salto que encuentra en su tercer año a las órdenes de Eusebio Unzué. Intxausti líder. Por cinco segundos, pero líder. Y el Giro, el de verdad, arranca este sábado con la crono de 54,8 kilómetros entre Gabicce Mare y Saltara.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento