El partido fue como se esperaba: una fulgurante semifinal entre dos equipos que están en el punto álgido esta temporada. Los blancos líderes de la Liga y los verdinegros son terceros, pero igualados con el Tau.
Desde luego, en Vitoria demostraron una cosa claramente: juegan muy bien, son altamente competitivos como bloque y también en el plano individual y, como consecuencia, evolucionan a mucha velocidad y disponen de una batería de lanzadores que queman mucha pólvora con gran acierto.
En el primer tiempo, que el Madrid cerró con una pequeña renta (46-44), clavaron quince triples entre los dos. Los blancos con un excelente ocho de doce. La 'Penya' con siete de dieciséis. Entre todos los artilleros de la tarde brillaba con luz propia por la eficiencia de sus salvas el estadounidense Louis Bullock (cuatro de cuatro).
En esa primera parte hubo mucho vaivén en el marcador: el Real Madrid empezó fuerte y llegó a coger once puntos de ventaja (26-15) a un DKV Joventut en el que Rubio y Rudy Fernández se dejaban ver poco. Pero el estadounidense Demond Mallet y el alemán Jan Hendrik Jagla nivelaron la balanza. Un 1-8 de salida al principio del segundo cuarto cortó la escapada madridista (de 28-20 a 29-28 m.13). El líder de la Liga consumó otra ruptura rápidamente (39-30), pero Mallet y Jagla ya estaban en ebullición y el periodo concluyó casi en tablas (46-44).
Había una clara tendencia alcista por parte verdinegra y un acusado descenso en la producción ofensiva blanca que adquirió tintes inquietantes en la apertura del tercer corte.
Vendaval verdinegro
El Joventut salió como un vendaval del vestuario mientras el Madrid tardó cinco minutos en volver a encontrar el aro después de la cesta de Reyes. La semifinal tomaba unos derroteros poco reconfortantes para el Madrid pese a la bajada del ritmo en el ataque catalán porque el Joventut aún conservaba una elevada frecuencia realizadora.
Un triple increíble desde el centro del campo de Rudy Fernández y otro de Mallet situaron el marcador en 58-68. Por suerte para los blancos, Smith también acertó desde el arco de 6,25 para mitigar el efecto psicológico y la brecha del tanteo antes de entrar en el último cuarto.
Smith volvió a elevarse desde la línea en la primera posesión del cuarto definitivo para insuflar aire al Madrid (64-68). Una zona había mejorado mucho las posibilidades blancas, pero el Joventut estaba al quite para aprovechar cualquier resquicio (66-73 m.35).
A cuatro minutos del final, todos se lanzaron a por la final como lobos. Con poco más de un minuto por delante la diferencia era de un punto (76-77). Así estaban las cosas cuando una falta en la lucha por un rebote de Felipe Reyes -muy protestada por todo el conjunto madrileño- llevó a Edu Hernández Sonseca a tirar libres. Restaban 30,03 segundos. El pívot los aprovechó y saldó alguna cuenta particular con el Madrid, del que salió con dirección a Badalona.
- Ficha técnica:
76 - Real Madrid (28+18+15+15): López (4), Bullock (20), Smith (19), Hervelle (4), Sekulic (-) -cinco inicial-, Pelekanos (3), Reyes (14), Tunceri (-), Mumbrú (10) y Llull (2).
81 - DKV Joventut (20+24+24+13): Maillet (16), Ribas (7), Fernández (13), Barton (5), Popovic (2) -cinco inicial-, Hernández Sonseca (12), Rubio (6), Jagla (15), Laviña (5) y Moiso (-).
Árbitros: Hierrezuelo, García Ortiz y Conde. Sin eliminados.
Incidencias: encuentro correspondiente a las semifinales de la Copa del Rey 2008 disputado en el pabellón Fernando Buesa Arena ante unos 9.500 espectadores.
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