Admite el intento. «Un momento de debilidad». Ese, y no otro, fue el culpable de que Ivan Basso, vigente ganador del Giro de Italia –que comienza el sábado–, tratase de doparse. Lo trató, sí; pero nada más. El ex corredor del Discovery desmintió que haya recurrido a sustancias prohibidas para mejorar su rendimiento.
«En mi carrera no he asumido alguna sustancia dopante y aún menos he recurrido a la hemotransfusión», negó el corredor, quien el pasado lunes declaró, por iniciativa propia, ante la fiscalía del Comité Olímpico Italiano (CONI). Allí, Basso reconoció su «responsabilidad» en la red de dopaje desarticulada en mayo de 2006 en España. Una responsabilidad que se queda únicamente en «intento».
Michele Scarponi, otro de los nombres vinculados con el doctor Eufemiano Fuentes y actualmente en el equipo Acqua&Sapone, acudió ayer al CONI para seguir el ejemplo de Basso y reconocer sus «responsabilidades». En Italia, mientras, varios medios han insistido en que tras las referencias Valv. (Piti) se encuentra Alejandro Valverde.
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