Fernando Alonso le insufló oxígeno al Mundial de Fórmula 1 y consiguió devolverle la vida cuando parecía que la puñalada de Sebastian Vettel iba a ser mortal.

Su tercer puesto en el nuevo circuito de Austin evitó el alirón del alemán y retrasó el desenlace del campeonato hasta la última carrera, la próxima semana en Brasil. Además, Alonso se encontró en Texas con un aliado inesperado, Lewis Hamilton, que se apropió de la previsible victoria de Vettel y evitó que el germano llegue a Interlagos con una ventaja abrumadora. Ahora su renta será de solo 13 puntos.

"Llegamos a Brasil con todas las posibilidades del mundo. Salvamos los muebles en un fin de semana muy complicado porque nunca fuimos rápido, mientras que los Red Bull prácticamente volaban. La distancia no se ha abierto demasiado", dijo el asturiano.

La empresa americana era difícil para Alonso, octavo en parrilla y con Vettel en la pole. Pero Ferrari le regaló una posición antes de empezar al forzar una penalización de su compañero Massa, que estaba delante. El asturiano pudo salir séptimo, por la zona limpia del circuito, y en la primera curva arriesgó para escalar a la cuarta posición.

El abandono de Webber por avería le dio el tercer puesto, pero su Ferrari apenas tenía ritmo y ya no pudo progresar más.Vettel defendió su pole con valentía hasta que Hamilton le adelantó en la vuelta 42. Al final, Red Bull solo pudo celebrar en Austin el título de constructores. De la Rosa acabó en el puesto 21.

Está obligado a subir al podio de Interlagos, pero además depende de Vettel. Éstas son sus posibilidades: