La policía italiana detiene a un vigilante del estadio del Catania

  • El detenido habría guardado dentro del estadio del Catania armas, bastones y diverso material utilizado por los "ultras" del Catania.
  • Multitudinario funeral del policía asesinado el pasado viernes.
  • El preseidente de la República, Giorgio Napiolitano, partidario de tomar medidas severas contra la violencia en el fútbol.
Policías portan el féretro de Filippo Raciti, el policía asesinado el viernes en Catania.
Policías portan el féretro de Filippo Raciti, el policía asesinado el viernes en Catania.
Franco Lannino/EFE
Policías portan el féretro de Filippo Raciti, el policía asesinado el viernes en Catania.
El vigilante del estadio Angelo Massimino de Catania, escenario el pasado viernes del partido de liga contra el Palermo en el que una serie de incidentes acabó con la muerte de un inspector de policía, fue arrestado por las fuerzas del orden.

El detenido, según informan las televisiones italianas, habría guardado en la instalación armas, bastones y distinto material utilizado, luego, por los "ultras" del Catania durante los incidentes.

Funeral multitudinario

Miles de personas se congregaron en las calles de Catania e inmediaciones del "Duomo" (Catedral) para asistir al funeral del inspector de policía Filippo Raciti, fallecido el pasado viernes con motivo del partido Catania-Palermo, de la Primera división italiana de fútbol.

La ciudad, que se ha visto notablemente golpeada por la luctuosa noticia, quiso rendir homenaje al fallecido, víctima de la violencia que rodea al fútbol.

A lo largo de las calles por donde debía pasar el féretro con el cuerpo de Raciti, se congregaron miles de personas, que se han unido a las centenares que ya durante toda la última noche desfilaron por la capilla ardiente, instalada en la sede del décimo regimiento de la policía de Catania.

El féretro estaba cubierto con una bandera italiana, sobre la cual había una rosa roja puesta por su esposa, y fue introducido a hombros en la Catedral por ocho de sus compañeros, en medio de los aplausos de los centenares de personas que allí se congregaron para dar el último homenaje a Raciti.

Dentro de la Catedral, además de la familia de Raciti, estuvieron presentes los ministros del Interior, Giuliano Amato, y de Políticas Juveniles y Actividades Deportivas, Giovanni Melandri, así como representación de los distintos partidos políticos y de las autoridades civiles y deportivas de la ciudad.

También asistieron, dentro de la Catedral, los integrantes de la primera plantilla del Catania.

Carta del presidente de la república

Durante el acto fúnebre se leyó una carta del Jefe del Estado Italiano, Giorgio Napolitano, enviada al jefe de la Policía, Gianni de Gennaro.

En esa misiva Napolitano aboga por la necesidad de que se adopten reglas severas para combatir la violencia que habitualmente acompaña al fútbol.

"Cualquier turbia maniobra de violencia contra las fuerzas de policía en Italia debe ser decididamente erradicada. Y para que vuelva la serenidad y normalidad sobre los campos de fútbol es de esperar que decisiones severas y comportamientos consecuentes sean adoptados por las autoridades de gobierno y por todas las partes del mundo del deporte", afirma Napolitano.

Después del funeral se procedió al entierro.

Tras ello, regresaron urgentemente los ministros Amato y Melandri a Roma para asistir, en la sede de la Presidencia del Gobierno, a la reunión con otros miembros del mismo y del deporte italiano que debe decidir las medidas a adoptar para combatir esta lacra que acompaña al fútbol transalpino.

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