La ceremonia de Río entrega un mensaje verde

El director Fernando Meirelles quiso dar un mensaje verde en la apertura de Río.
El director Fernando Meirelles quiso dar un mensaje verde en la apertura de Río.
EFE
El director Fernando Meirelles quiso dar un mensaje verde en la apertura de Río.

El cineasta encargado de la ceremonia de inauguración de los primeros Juegos Olímpicos que se celebran en Sudamérica, eligió un mensaje de compromiso con el planeta, en el que implicó a los más de 10.000 atletas que desfilaron por el escenario inigualable de Maracaná.

Los indígenas, los inmigrantes europeos, los esclavos llegados de África, el aeroplano de Santos Dumont, la chica de Ipanema, las escuelas de samba y los niños de las favelas desfilaron con igual protagonismo por el escenario, en la gran fiesta que precedió a la llegada de los atletas.

Los organizadores de la ceremonia, el director de cine Fernando Meirelles y el productor Marco Balich, habían prometido una apertura "nada opulenta" y en la que mostrarían "una reinterpretación de Brasil".

El mensaje verde de Meirelles llega en un momento en el que líderes indígenas y ambientalistas brasileños expresan su preocupación por el rumbo del Gobierno interino de Michel Temer, que viene coqueteando con el grupo de los 'ruralistas' en el Congreso. Los ruralistas, o terratenientes, presionan por cambios en la ley que protege áreas verdes y las tierras indígenas en la Amazonia.

Meirelles este viernes se puso 'verde' pero no es su primera vez: el cineasta produjo en 2012 el filme Xingú, como un mensaje contra una polemiquísima ley forestal que, como la de hoy, ponía en peligro tierras protegidas.

El filme tuvo buenas críticas pero su mensaje no caló en Brasil como esperaba: "Creí que iba a conmover a la gente. me equivoqué". Dijo. "Como dijo Vilas Boas -protagonista de la historia- al brasileño no le gustan los indios. ¿Logrará con su contraataque'olímpico que su mensaje llegue al pueblo?

Mensaje ambiental

El calentamiento global, el deshielo de los polos y la subida del nivel del mar se colaron en la celebración, con una llamada a poner remedio y el recuerdo de que hay soluciones.

Como la que Río 2016 encomendó de manera simbólica a los atletas: la siembra de una semilla que crecerá en el parque olímpico de Deodoro.

Cada atleta introdujo su semilla en unos cartuchos de tierra de los que crecerán 207 especies diferentes, una por delegación participante. Había donde elegir: hay más de 50.000 catalogadas en Brasil.

El gran lienzo blanco que cubría el césped fue una enorme pantalla sobre la que se proyectaron imágenes impactantes alusivas a la naturaleza, el urbanismo y la vida de Brasil.

En un extremo del estadio, una favela levantada con enormes bloques verticales sirvió de pista de baile a los artistas. Más de 5.000 voluntarios y 300 bailarines profesionales participaron en la ceremonia.

El estadio entero cantó y bailó 'País tropical' antes de que se hiciera el silencio para que Brasil, el país que disfruta en su casa del mayor jardín del globo, la Amazonía, invitase a los terrícolas a 'replantar' el planeta.

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