Sara Hurtado y Adrià Díaz vuelven a ser unos pioneros sobre hielo

"Adri es una persona muy creativa", dice Sara  Hurtado de su compañero. "Sara es muy disciplinada y constante", explica Adriá Díaz. La madrileña y el barcelonés, cinco años de trabajo conjunto, conseguirán en Sochi algo inédito en el deporte español: convertirse en la primera pareja española de danza de patinaje artístico en unos Juegos de Invierno.

"Dentro de nosotros sabíamos que podíamos conseguirlo, que era una posibilidad real, pero cuando lo logras todo el trabajo merece la pena", dice Hurtado, una patinadora de 21 años. "No queríamos crearnos ilusiones ni expectativas", añade Díaz, de 23; "pero hemos entrenado muchísimo".

"En enero empezaremos nuestro sexto año juntos", comentó Sara, que explicó cómo se gestó la unión deportiva. "Adri y yo somos la primera pareja en España. No ha habido otra antes. Todo surgió porque Adri quería dejar de patinar, pero su entrenador le aconsejó que se centrara en la danza, en la que no se salta, que era su parte más floja. Luego él se puso en contacto conmigo y hablamos del tema. A mí también me costaba mucho saltar, pero a los dos nos encantaba patinar".

"Luego hicimos una prueba, nos gustó mucho; y, a partir de ahí, nos tocó insistir a la Federación (Española de Deportes de Hielo) para que confiara en nosotros. Que empezara este proyecto y abriese esta nueva disciplina al patinaje español. A partir de ahí, ha sido todo increíble. Ha sido ponernos una meta y cumplirla; ponernos otra y cumplirla también", comentó la patinadora madrileña.

"La meta más grande era conseguir la clasificación olímpica y también la conseguimos. Pero si hace cinco años nos dicen que ahora íbamos a estar a punto de ir a unos Juegos, yo no me lo creía. Para nada", indicó Hurtado. "El objetivo es la final. De momento no estamos en situación, como Javi Fernández, de luchar por las medallas", explicó Díaz. "Nos gustaría, pero no es así. Entrar en la final, estar entre los veinte mejores, será difícil. Pero lo podemos conseguir", afirmó el barcelonés.