En 2007 el Instituto de la Mujer español obligó a Dolce & Gabbana a retirar un anuncio por "atentar contra los derechos de las mujeres y denigrar su imagen".
En el cine español acabamos de vivir la censura de un cartel de cine por los explícito de la imagen. La concesionaria de los autobuses de la EMT de Madrid ha vetado el cartel de Diario de una ninfómana.
Yves Saint Laurent más polémico que nunca. Este modisto francés va a escandalizar al mundo con la publicidad que anuncia su nuevo perfume: M7.
En Italia no gusto nada un anuncio contra la homofobia donde, de la muñeca de un recién nacido, colgaba una pulsera con la palabra "homosexual".
Otra de las imágenes de la polémica fue esta del actor Mark Wahlberg tocándose sus partes en un anuncio de Calvin Klein.
En el Reino Unido varios carteles de Wanted se suprimieron de las calles por "incitar al uso de la violencia".
La Autoridad de Normas Publicitarias, el organismo que vigila para que los anuncios no atenten contra la moral y el buen gusto, ordenó la retirada en Gran Bretaña de todos los carteles de Opium, el perfume de Yves Saint Laurent que muestra a una Sophie Dahl tumbada sobre terciopelo y vestida únicamente con unas sandalias doradas de tacón, una pulsera y un collar.
Este anuncio de Giorgio Armani fue censurado por la Comunidad de Madrid al observar que "jugaba al límite de la incitación al turismo sexual".
En Rusia una revista de economía llenó Moscú de carteles con el símbolo del euro montando al dólar. La editorial tuvo que retirarlos en el acto por inmoralidad.
El Instituto de Política familiar de Catalunya pidió la retirada del cartel del Festival de Cine Gay y Lésbico de Barcelona, en el que se muestra a un niño con un lápiz en la boca.
Este anuncio de la marca Gucci fue censurado por lo explícito de la posición de los jóvenes que parece que están a punto de realizar actos de tipo sexual.