La operación fracasó porque no emplearon 'drones' para localizar a los rehenes a tiempo real y la información de su situación exacta no estaba actualizada.
Las fuerzas especiales encargadas de su rescate llegaron tres días tarde al lugar donde se creía que permanecían retenidos desde hace varios meses.
EE UU no quiso usar aviones no tripulados para completar la información para no involucrarse en el conflicto de Siria.
Se señala a un individuo llamado Abdel Majed Abdel Bary como "sospechoso clave", según "altas fuentes del Gobierno británico".
Bary, de 23 años, vivió hasta el año pasado en su domicilio familiar de Londres y recientemente colgó en Twitter una imagen suya con una cabeza humana.
El ministro de Asuntos Exteriores de Londres, Philip Hammond, afirma que el supuesto origen británico del yihadista supone una "absoluta traición" al país.
El presunto asesino de James Foley, reportero estadounidense asesinado por el Estado Islámico el martes, habla inglés con acento británico.
Un antiguo rehén revela a 'The Guardian' que el captor de Foley se hace llamar 'John' y lideraba a otros tres británicos a los que llamaban 'The Beatles'.
El primer ministro de Reino Unido, David Cameron, ha asegurado que se van a redoblar los esfuerzos para frenar la emigración del país a Irak y Siria.
Tras no recibir el dinero, advirtieron la semana pasada en un correo electrónico a su familia de que le ejecutarían, amenaza que hizo efectiva este martes.
La respuesta de EE UU, como viene siendo su política en este tipo de casos fue negativa y sin embargo lanzaron una operación de rescate que no fructificó.
Estados Unidos ha confirmado por su parte este miércoles que ha llevado a cabo otros catorce bombardeos contra las posiciones del grupo extremista suní.