El PSOE tiene por delante el reto de demostrar si tras las últimas elecciones está tocado o hundido. De cómo afronte las discrepancias sobre la sucesión de su líder después de un estrepitoso fracaso en las urnas, donde el domingo perdió casi todo su poder local y auntoómico, depende el crédito político de la formación. Después de que en las últimas horas trasladara a la opinión pública la sensación de que hay una grave división interna en el seno del partido, a cuenta de las fórmulas divergentes sobre cómo sacar al PSOE del atolladero, Zapatero anunciaba que el PSOE mantiene las primarias.

Antes, el vicesecretario general de los socialistas, José Blanco, había llamado al orden a sus compañeros. Les había recordado que deben mantener la prudencia y evitar hacer más declaraciones antes del sábado, día en el que el PSOE celebrará su Comité Federal. Además, Zapatero ha anunciado que la víspera reunirá a los principales líderes para "consensuar una línea mayoritaria" sobre el futuro inmediato del partido. Éstas son las vías alternativas que enfrentan a los dirigentes socialistas:

Cuando el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció que no concurriría a las elecciones generales de 2012, él mismo descartó señalar a dedo a su sucesor. Apelaba a no repetir el "dedazo" de Aznar con su propia sucesión y definió que las primarias serían la opción, de la que por cierto siempre ha sido Zapatero un abanderado (Las propuso, también, por ejemplo, en Madrid, con Tomás Gómez y Trinidad Jiménez).

Sin embargo, hay un sector del partido que dice que unas primarias abrirían una  brecha importante entre los partidarios de Alfredo Pérez Rubalcaba y los de Carme Chacón, los dos nombres que suenan como las principales opciones para la sucesión. En las últimas horas, se ha sabido que están presionando a Carme Chacón para que no se presente a las primarias. La ministra de defensa habría trasladado su queja por dichas presiones al propio Zapatero, al que le ha recordado que en el PSOE la forma de elegir un candidato electoral son las primarias. También Marcelino Iglesias exigía las primarias por ser la vía propuesta en los estatutos del partido.

En unas primarias son los 200.000 militantes del PSOE los que eligen al candidato electoral. El Comité Federal del PSOE del sábado tenía previsto abrir ya el proceso.

El propio Zapatero ya ha asegurado que habrá primarias y ha dejado de lado las otras propuestas. "Por supuesto vamos a ir a un proceso de primarias, que es lo que corresponde y es lo saludable", dijo el presidente.

En cualquier caso, el consejero de Interior del Gobierno Vasco, Rodolfo Ares, ha recordado este miércoles que serán los órganos correspondientes del PSOE y no el secretario general y presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, los que decidirán finalmente si se celebra un congreso.

El órdago a las primarias lo lanzaba este martes el presidente del PSE, el lehendakari, Patxi López, al proponer adelantar el congreso del PSOE para definir un proyecto político y luego elegir un nuevo secretario general, que derivaría en un candidato para 2012. Esta fórmula evitaría la bicefalia con el candidato elegido en las primarias y Zapatero durante el próximo año y medio.

Los barones extremeño y valenciano, Guillermo Fernández Vara y Jorge Alarte, respectivamente, defienden el congreso. Creen que no se puede lanzar a la ciudadanía el mensaje de que con unas primarias y un nuevo líder los problemas del PSOE quedan solucionados. El resto de barones ha dado carta blanca a Zapatero para que decida cuál es la mejor opción.

El histórico diputados del PSOE Alfonso Guerra se ha mostrado en contra de abrir en el partido un proceso de primarias al que concurran varios candidatos. Guerra ha recalcado que es "mejor" un congreso que las primarias.

Un congreso supone la elección de entre 500 y 2.000 delegados de las asambleas territoriales. Por la vía de un congreso fue elegido precisamente Zapatero en el año 2000. Siempre es más fácil el control de 2.000 delegados que de 200.000 militantes, claman los defensores de esta opción.

Otros dirigentes socialistas han mostrado su rechazo a ambas soluciones y han apostado porque sea el propio comité federal el que tome la decisión sucesoria. José Bono cree que "el partido tiene que percatarse de que si resolvemos pronto los problemas internos, en el próximo Comité federal, mejor que dentro de una semana". "Hablar de si vamos a elegir a Rubalcaba o a Chacón mientras el país está doliéndose del paro me parece una obscenidad", ha dicho. El diputado José María Benegas también indico que tiene aún dudas sobre la idoneidad de iniciar un congreso y ninguna sobre las primarias, pues no desea que se lleven a cabo.

La ministra de Sanidad, Leire Pajín, ha advertido a sus compañeros de que los "líos internos y los ruidos" dentro de la formación lo "alejan de la gente" y que la decisión debe salir del próximo Comité Federal, el sábado.