Estas acciones puntuales prolongan la quinta jornada de manifestaciones y huelgas que congregó ayer entre uno y tres millones de personas en unas 260 ciudades de Francia para reclamar el abandono del Contrato de Primer Empleo (CPE).

Fortalecidos por el éxito de esa movilización, los sindicatos y las organizaciones estudiantiles que lideran la campaña contra el CPE se reúnen esta mañana para decidir su postura ante el diálogo con los parlamentarios del partido conservador gobernante, UMP.

El líder del sindicato CGT, Bernard Thibault, insistió hoy que "la retirada del CPE no es negociable" y no puede haber negociaciones sobre otros temas sin la abrogación de ese contrato.

Este contrato está destinado a menores de 26 años y permite al empleador despedir al joven sin justificación durante los dos primeros años.

"A nosotros no nos corresponde renunciar", dijo Thibault en la emisora "Europe 1".

El presidente francés, Jacques Chirac, que decidió promulgar la ley que crea el CPE, ordenó de facto la suspensión del contrato a la espera de que sean modificados sus puntos más criticados mediante una proposición de ley cuya elaboración está en manos de los líderes de la UMP en las dos cámaras del Parlamento.

Estos, que estarán acompañados por dos ministros del debilitado jefe de Gobierno, Dominique de Villepin, han citado a las cinco a confederaciones sindicales de trabajadores para esta tarde y, para mañana, a las organizaciones estudiantiles.

Ante estas negociaciones, que abarcarán también a las asociaciones patronales, el jefe de la UMP en el Senado, Josselin de Rohan, abogó hoy porque "unos y otros hagamos esfuerzos" e incluso "concesiones" para acercar posiciones.

Rohan se pronunció por la "mejora" del CPE pero se negó a evocar la posibilidad de su retirada, mientras que otro parlamentario de la UMP evocó un calendario "en varias etapas" para resolver la crisis.

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