Seis 'indignados' detenidos en las protestas contra el debate de los Presupuestos en el Parlament

  • Los diputados fueron recibidos con empujones, pintura, abucheos e insultos.
  • Los enfrentamientos se saldaron con 36 heridos leves, doce Mossos.
  • Los Mossos cargaron contra los 'indignados' por la tarde.
  • Los manifestantes se trasladaron a plaza Sant Jaume, donde realizaron una sentada.
Un momento de la tensión vivida en la protesta de los 'indignados' frente al Parlament catalán.
Un momento de la tensión vivida en la protesta de los 'indignados' frente al Parlament catalán.
Toni Albir / EFE
Un momento de la tensión vivida en la protesta de los 'indignados' frente al Parlament catalán.

El debate de los presupuestos de la Generalitat en el Parlament vivió este miércoles  una jornada de lo más agitada. Desde primera hora de la mañana cientos de 'indignados' trataron de impedir el acceso de los diputados al Parlament, rodeando a algunos de ellos, insultándoles e incluso manchándoles con pintura. Protestaban contra los recortes previstos en los presupuestos.

Muchos de los parlamentarios catalanes llegaron al hemiciclo en helicópteros y en furgonetas blindadas de los Mossos, Los que lo hicieron a pie, unos cuarenta, fueron recibidos a empujones, con abucheos e insultos. Algunos, además, fueron rociados con pintura. El president de la Generalitat, Artur Mas, calificó de "intolerable" la actitud de los cientos de 'indignados' que permanecieron apostados en las puertas de la Ciutadella y pidió a los catalanes "comprensión" en caso de que la Policía tuviera que recurrir al "uso legítimo de la fuerza".

Los Mossos d'Esquadra cargaron por la tarde contra algunos de los 'indignados' que se concentraban en las proximidades del Parlament a la espera de que salieran los diputados al término de la votación de los presupuestos, que superaron el primer trámite parlamentario. Seis personas fueron detenidas y trasladadas al interior del recinto de la Ciutadella, donde algunas de ellas fueron atendidas por los servicios médicos a causa de heridas leves producidas durante las cargas. Por su parte, los diputados abandonaron el Parlament evitando a los indignados.

Los 'indignados', reunidos en asamblea, decidieron trasladar su protesta a la plaza Sant Jaume, ante el Ayuntamiento y la Generalitat, donde cientos de personas participaron en una "sentada pacífica". En actitud pacífica y festiva, los manifestantes lanzaron cánticos como 'Manos arriba, esto es un contrato', 'El pueblo unido jamás será vencido', 'Botín a prisión', y 'Mucha policía, poca diversión'. Con pancartas como 'Más recortes en educación, menos futuro para la población' y 'No me des un porrazo, dame un abrazo' han vuelto a hacer suyas las reivindicaciones contra el orden socioeconómico y han cantado la canción 'Bella Ciao', himno de los partisanos italianos.

Empujones, insultos y pintura

La jornada comenzaba con los incidentes frente al Parlament. Para evitar la protesta de los 'indignados', Artur Mas, y la presidenta de la cámara, Núria de Gispert, llegaron al Parlament a bordo de un helicóptero de los Mossos d'Esquadra, que aterrizó en el aparcamiento al aire libre de la institución. Poco después aterrizaba un segundo helicóptero en el que viajaban la vicepresidenta del Govern, Joana Ortega, el conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, el presidente del grupo parlamentario socialista, Joaquim Nadal, y el vicepresidente segundo del Parlament, Higini Clotas. Un tercer helicóptero llegaba con el presidente de ERC, Joan Puigcercós. El consejero de Interior, Felip Puig, también llegó por aire.

La mayoría de los diputados entró a pie en el recinto. Los primeros llegaban a la Ciutadella pasadas las 8.00 horas. Los antidisturbios de los Mossos habían formado un "pasillo" para permitir su entrada frente a cientos de indignados, que intentaban impedir el debate de los presupuestos. Los primeros momentos de tensión se vivieron en la esquina del Passeig Pujades con la calle Wellington cuando los Mossos y la Guardia Urbana despejaban la zona para facilitar el paso de los trabajadores del Parlament. Hubo pequeños encontronazos cuando  unos cuantos 'indignados' intentaron acercarse a la puerta para bloquear el acceso de los parlamentarios y los agentes se lo impidieron. Se oyeron disparos al aire.

El servicio de emergencias médicas informó de que había tenido que atender a 36 personas por heridas leves en las escaramuzas. De ellos, doce eran Mossos y el resto eran participantes en la protesta. En la entrada a Ciutadella los indignados gritaban "Fuera, fuera" y recriminaban la indumentaria de los políticos, fundamentalmente sus corbatas y tacones. También se oyeron cánticos de "No hay pan para tanto chorizo", "No nos moverán" y "Políticos sinvergüenzas".

Diputados abucheados

Uno de los primeros diputados en entrar fue el exministro socialista Celestino Corbacho, que recibió una sonora pitada cuanto accedía a pie al recinto. A Joan Boada incluso le lanzaron un bote de pintura roja a la cabeza. La exconsellera de Justicia y diputada del PSC Montserrat Tura fue igualmente rociada con pintura en la parte posterior de su vestido. Un grupo de 'indignados' zarandeó al diputado ciego de CiU, Josep Maria Llop, e intentaron quitarle el perro guía.

Por su parte, la también exconsellera y diputada socialista Marina Geli y el diputado del PSC Esteve Pujol fueron interceptados, rodeados e increpados antes de llegar al cordón por más de un centenar de indignados, por lo que tuvieron que retroceder sobre sus pasos hasta el Arco de Triunfo, distante más de 300 metros del Parque de la Ciutadella. Una vez en este punto subieron en un vehículo de la Guardia Urbana para entrar en el Parlament a bordo de las furgonetas de los antidisturbios.

En total, unos treinta diputados tuvieron que entrar al Parlamento en furgones policiales. "Muy triste tener que llegar al parlamento en una furgoneta de Mossos", lamentaba la exconsejera de salud catalana, Marina Geli, en su Twitter. "Surrealista", decía Albert Rivera, de Ciudadanos, quien explicó cómo habían sido llevados hasta una comisaría en la que se organizó el operativo de entrada con furgonetas al recinto.

En el exterior, otro momento de tensión se ha producido cuando varios Mossos tuvieron que sacar de entre la muchedumbre a un grupo de agentes secretosque habían sido descubiertos y estaban siendo rodeados. Los indignados, que han denunciado que les han requisado teléfonos móviles, aseguran que intentaban evitar que se aprueben unos presupuestos que consideran "injustos". Algunos vecinos de los edificios colindantes se han sumado a la protesta con una cacerolada desde las terrazas y ventanas de las viviendas.

Cuando los manifestantes han sido conscientes de que el pleno del Parlamento había comenzado, han iniciado una campaña de cortejo a los Policías, a los que piden a gritos que se unan a las protestas. Horas después anunciaban la celebración de una asamblea general en la calle Pujades para hacer balance de la mañana y decidir qué harán por la tarde, cuando los parlamentarios abandonen sus escaños.

Declaración de condena

A mediodía, la presidenta del Parlament, Nuria de Gispert, leía la declaración conjunta de todos los grupos de la cámara catalana de condena de la actuación de los 'indignados': "Nadie puede parar una institución democrática como el Parlament catalán y menos desde la coaación y la violencia", ha dicho.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, rechazó cualquier tipo de manifestación violenta que impida el ejercicio de derechos. Ha matizado así anteriores declaraciones en las que aseguraba que no le preocupa la deriva del movimiento 15-M. El presidente del Congreso, José Bono, sí ha dicho que la Policía "tiene que ejercer la fuerza" contra aquellos que impidan la entrada al Parlamento catalán o falten el respeto a los demás, y ha recalcado que el único imperio en un estado de derecho es la ley "y los indignados tienen que cumplirla".

Por su parte el ministro Ramón Jáuregui ha recordado a los 'indignados' que hay determinadas líneas rojas que no se pueden traspasar. Ha dicho sí a las mejoras democráticas, pero sin coaccionar a los representantes del pueblo democráticamente elegidos. Por último, el alcalde en funciones de Barcelona, Jordi Hereu, ha dicho que se ha denigrado el espíritu inicial del movimiento de los indignados, mientras que su futuro sucesor en el cargo, Xavier Trias, ha dicho que las protestas a las afueras del Parlamento catalán suponen "una transgresión a la democracia".

Contrarios a "los cuatro violentos"

Un portavoz de la Acampada Barcelona, Raúl Navarro, leyó un manifiesto en el Arc de Triomf para rechazar la violencia y ha reiterado que la actuación violenta de unos pocos no representa al movimiento. El joven ha insistido en que la acción violenta de unos cuantos no representa al conjunto, como los radicales no representan a toda una afición de un equipo de fútbol.

Los 'indignados' han reivindicado que durante el día ha habido gente pacífica para frenar a los agresivos que se han agolpado en los accesos al Parlamento catalán, protagonizando algunos momentos de tensión. En el manifiesto, insisten en que la mayoría se ha comportado de forma pacífica frente a una minoría, a la que han atribuido los altercados como insultos y lanzamiento de agua y pintura, y ha definido el bloqueo como una "desobediencia activa no violenta, pacífica pero determinada". Asimismo, han asegurado que el "gran grueso de la gente ha practicado una estrategia de resistencia activa no violenta", y ha lamentado que más de 30 manifestantes han resultado heridos.

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