Eduardo Bautista, expresidente del Consejo de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), admitió ante el juez que pudo ser un error que no tomara como una denuncia fundada la realizada por un socio en una asamblea general en 2007 contra la sociedad Microgénesis, vinculada a José Luis Rodríguez Neri.

Bautista, según la declaración que presentó en julio ante el juez de la Audiencia Nacional que instruye el sumario sobre un supuesto desvío de fondos a través de un entramado de empresas vinculadas a la SGAE, explicó que en ese momento evaluó la denuncia que hizo Luis Cobo "más como un conflicto entre dos personas que tienen un conflicto personal que como una demanda, una denuncia fundada".

Luis Cobo 'Manglis' denunció la existencia de un desvío de fondos durante la reunión de una Asamblea General en 2007, lo que le supuso la apertura de un expediente disciplinario y una sanción de cuatro años.

En aquel momento, Cobo expuso que había un trato de favor y tráfico de influencias en Microgénesis, empresa que realizó trabajos para la SGAE y vinculada a José Neri, el exdirector general de la SDAE, la filial digital de la sociedad de autores y al que las investigaciones sitúan al frente de la trama.

No obstante, asegura Bautista, pusieron un plazo para que la SDAE, una vez cubiertos sus objetivos, se extinguiera.

Preguntado por la coincidencia entre la fecha fijada para la desaparición de la SDAE y la de las elecciones a la Junta Directiva de la SGAE, el pasado 30 de junio, y los intereses que se desprenden de las conversaciones intervenidas a Neri, Bautista niega esta posibilidad.

"De ninguna manera", responde al juez Ruz cuando este le inquiere sobre si había un ánimo de liquidar la SDAE e integrarla en la SGAE para ocultar las supuestas contrataciones fraudulentas y hacerlo antes del 30 de junio por si otros socios pudieran pasar a formar parte de la Junta Directiva tras las elecciones.

El expresidente del Consejo señaló también en su declaración ante la Guardia Civil que como director ejecutivo era el máximo responsable de la SGAE, aunque su poder se encontraba muy limitado por lo que marcan los estatutos y siempre sus decisiones se sometían a los órganos colegiados.

Sobre los responsables de los recursos económicos, aseguró que todas las decisiones que se tomaran en este ámbito, tanto en la SDAE como en la SGAE deben ser supervisadas por el director económico financiero.

Ante el juez Ruz, Bautista cifró en 400.000 euros brutos anuales el salario que recibe por sus cargos en la SGAE y todos los derivados de las mismas. Además disponía de una tarjeta de crédito con cargo a la SGAE "solo para funciones institucionales," a la que, explicó, cargaba una media anual de 20 a 25 mil euros.

Preguntado por los gastos de 233.000 euros cargados a esta tarjeta entre 2003 y 2006 responde: "No, no puede ser".

En su declaración se desmarcó del principal imputado, Rodríguez Neri, y afirmó que en ningún momento propuso su contratación en la SGAE . No obstante, reconoce que cuando en 2002 pasó a ocupar este el cargo de director de gestión de la SGAE, le pareció "la persona para cubrir ese cargo"

Explicó que Neri disponía de su confianza hasta que declaró ante la Guardia Civil tras ser detenido y le demostraron que el exresponsable de la SDAE desarrollaba actividades "que, primero, yo no conocía y segundo que no respondían a la ética empresarial que tiene la SGAE". "Me siento defraudado, profundamente defraudado", sostuvo ante el magistrado.

Bautista negó también "tajantemente" que hubiera tenido conocimiento de que Neri intentara dificultar el acceso de auditorías externas a la SGAE, y consideró "reprobables" las manifestaciones sobre este asunto del exresponsable de la SDAE.