Solicitar un préstamo personal para poder llegar a fin de mes, ¿solución o problema?

  • Antes de firmar el crédito valore si no agravará aun más su situación económica.
  • Si se decide, es aconsejable que reajuste al máximo el presupuesto familiar.
  • En los últimos tiempos, los créditos al consumo han elevado mucho sus intereses.
Billetes de euro, en una imagen de archivo.
Billetes de euro, en una imagen de archivo.
IAN BRITON / FREE PHOTO
Billetes de euro, en una imagen de archivo.

Las cuentas no salen, no se cubren los gastos, ¿qué podemos hacer? Pedir un préstamo personal puede parecer una solución pero supone devolver esta cantidad con sus intereses, por ello antes de solicitar nada debemos analizar cuáles son sus beneficios y riesgos.

Y es que antes de pedir un préstamo debemos reconsiderar todos los gastos, plantear todo recorte necesario y ver el resto de las opciones. Piense que cualquier reajuste ayudará a asumir futuros costes, aunque finalmente nos decantemos por solicitarlo.

Si finalmente elegimos la opción de pedir financiación, en primer lugar habrá que hacer números, puede serle muy útil un comparador de créditos para ver cuál es el préstamo que le saldría más rentable.

Con la crisis, los tipos de interés de créditos al consumo han aumentado considerablemente a la vez que han disminuido su concesión, y en consecuencia buscar y negociar condiciones es más largo y complicado.

Hay que tener en cuenta que no se debe abusar de la cantidad a solicitar. Lo más aconsejable es buscar un préstamo para solventar un problema puntual de liquidez, de lo contrario lo único que conseguirán es que agravemos aún más nuestra situación.

Sólo para problemas coyunturales

Es importante es no perder la perspectiva y no engañarnos a nosotros mismos. Debemos huir del “efecto pelota”, es decir, pedir un préstamo para cubrir otras deudas, ya que podemos entrar en una escalada que podría romperse drásticamente cuando se corte la concesión y encontrarnos con una deuda inasumible. Lo mismo ocurre con las tarjetas de crédito, que actualmente tienen la misma consideración de crédito al consumo “preconcedido”.

Por el contrario, si tenemos un horizonte de ingresos en el futuro y el problema es coyuntural, no es mala idea solicitar un préstamo o disponer de fondos de nuestra tarjeta de crédito.

Contratar un buen préstamo

Pedir dinero a un banco para poder llegar a fin de mes es ahora mismo bastante complicado por la actual situación de crisis. La forma más fácil de conseguir un préstamo personal es pedirlo al banco con en el que tenemos domiciliada la nómina o cualquier tipo de ingresos regulares.

Muchas veces no valoramos suficientemente la importancia de las cuentas nómina y de la entidad en las que vinculamos nuestros ingresos periódicos. La razón es muy simple: conoce nuestras pautas de ingresos y gastos mediante el análisis de nuestros movimientos bancarios.

Si el banco con el que trabajamos nos dice que no o los intereses son muy altos será el momento de buscar otra entidad que nos quiera prestarnos el dinero, a cambio de nuestro compromiso de vincularnos con ella, en la mayoría de casos.

Tenemos que ofrecer siempre algo a cambio, domiciliar la nómina, traspasar nuestro plan de pensiones, contratar el seguro del coche o la casa con su aseguradora... en definitiva vincularnos con el banco. El negocio cruzado es esencial si queremos obtener un buen préstamo.

¿Qué debo valorar?

Para considerar si un préstamo personal es mejor que otro nos tenemos que fijar:

  1. En el tipo de interés. Para ello hay que comparar la TAE de los diferentes préstamos. Se comete el error de mirar sólo la cuota resultante, cuando lo relevante es lo que pagamos de intereses (la cuota puede ser más baja simplemente por el plazo mayor).
  2. Valorar el plazo que nos conceden, que suele ser entre 5 y 8 años según la entidad. Mayor plazo disminuye la cuota, pero acabamos pagando más intereses al vencimiento. Se comete el error de mirar sólo la cuota resultante, cuando lo relevante es lo que pagamos de intereses
  3. Seguros. A veces se nos “invita” a contratar seguros de vida, de protección de pagos u otro tipo de vinculación que encarece mucho la operación. Entre dos préstamos con similares TAE, es mejor el que a menos vinculación obliga.
  4. El importe que nos conceden. No sirve de nada un préstamo personal que no nos basta para afrontar una situación puntual de dificultades adecuadamente. Sin embargo, tampoco debemos pedir más dinero del que necesitamos, este dinero es caro.

Y recuerde...

  • Nunca pida un préstamo que no podrá pagar.
  • Hay que huir siempre de cubrir deudas con otras deudas, el efecto final podría ser catastrófico para sus finanzas personales.
  • Hay veces que la única solución pasa por el reajuste del presupuesto familiar: hacer una cuenta de pérdidas e ingresos en el hogar y, con ella, ver qué ingresos podemos aumentar (el alquiler de una habitación vacía, un segundo empleo) y qué gastos podemos reducir (por pequeño que sea visto de forma individual, al final del mes se nota).
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