Holanda pone fin desde este 1 de mayo al turismo de 'coffee shops'

  • Una ley limitará a partir de ahora la venta de marihuana en estos establecimientos.
  • Los 'coffee shops' pasan a convertirse en clubes privados con un máximo de 2.000 socios, que deberán demostrar que son residentes legales en Holanda.
  • En principio se aplica esta medida a las provincias del sur, fronterizas con Bélgica y Alemania, y deberá estar implementada en toda Holanda en 2013.
  • "La gente va a seguir fumando y si no pueden entrar aquí, irán a la calle", dice la empleada de uno de estos locales.
  • Rechazado el recurso para evitar que los 'coffee shops' se veten a extranjeros.
Fotografía de archivo del exterior del coffeshop The Bulldog, en Amsterdam, Holanda, el 21 de Noviembre de 2008.
Fotografía de archivo del exterior del coffeshop The Bulldog, en Amsterdam, Holanda, el 21 de Noviembre de 2008.
EFE
Fotografía de archivo del exterior del coffeshop The Bulldog, en Amsterdam, Holanda, el 21 de Noviembre de 2008.

El turismo de la droga tiene sus días contados en Holanda, donde este martes 1 de mayo entra en vigor la ley que limita la venta de marihuana en los coffee shops del sur del país a los residentes, una medida que ha puesto en pie de guerra a estos establecimientos.

Las tres provincias que colindan con Alemania y Bélgica —Brabante, Limburgo y Zeelandia— son las pioneras en aplicar una ley que se extenderá al resto del país en 2013, un simbólico primer paso que sienta las bases de la muralla con la que Holanda pretende proteger el consumo de la marihuana de los extranjeros.

Para ello, la ley obliga a los coffee shops a convertirse en clubes privados con un máximo de 2.000 socios, que deberán demostrar que son residentes legales en Holanda. "Tenemos unos 1.000 visitantes al día", declara resignado un empleado del local Easygoing, en Maastricht.

Las consecuencias: tráfico ilegal

El mayor temor que provoca la ley es que empuje a la droga a la calle. "No sé si afectará a la economía, pero me preocupa que aparezcan traficantes", afirma un joven camarero.

Las mafias que controlan las ventas ilegales son "las únicas que ganan con la ley", opina Marc Josemans, propietario de Easygoing y presidente de un consorcio de coffee shops, que critica la medida por "moralista y contraproducente".

La conocida como "Ley del Opio" legalizó en 1976 la venta del cannabis en los coffee shops holandeses, de manera que se controlaba su circulación y se separaba de las drogas duras, como la cocaína o la heroína.

"Es una mierda", asegura tajante Petra, empleada en el Maxcy's, "la gente va a seguir fumando y si no pueden entrar aquí, irán a la calle. Pero los traficantes tienen también otras cosas y no se controla la calidad".

El alcalde de Maastricht, Onno Hoes, está decidido a aplicar la ley y ha anunciado que "el Ayuntamiento, la policía y los fiscales están preparados para la introducción de la Club Card" este martes, en un comunicado.

Contra los traficantes, el Ayuntamiento apuesta por fomentar la denuncia vecinal, para lo que ha creado un teléfono contra las drogas disponible 24 horas los 7 días de la semana o a través de un buzón on-line donde se puede poner la queja de manera anónima.

"Dicen que van a poner policía, pero no va a funcionar. Si cogen a uno, habrá diez más", señala Yolande, una holandesa que vive en Bélgica y se ha acercado hasta Maastricht con su novio para comprar marihuana.

Más allá del problema del tráfico ilegal, la ley también ha revivido el temor de los consumidores de marihuana a ser estigmatizados.

"Muchos de mis clientes no quieren registrarse", explica Josemans, quien pone en duda que la ley asegure la privacidad de los datos, ya que las autoridades tendrán acceso a ellos.

Las nacionalidades más perjudicadas

Los turistas norteamericanos, españoles e italianos serán los más perjudicados con esta nueva medida, puesto que son los que más viajan a este país para practicar turismo de coffee shop.

A la cabeza de los países interesados en este tipo de turismo se encuentra Estados Unidos con 175.000 viajeros visitantes de estos 'cafés'. El 8,3% de ellos asegura que ha sido su principal objetivo del viaje.

Más de 135.000 españoles visitaron los coffee shops holandeses durante 2010, un 30% sobre el total de las visitas realizadas a Holanda. No obstante, solo un 2,2% de los españoles justificó que este era su principal motivación turística.

Los turistas italianos también están interesados en conocer esta parte de la cultura holandesa y en 2010 un 19% de los turistas que visitaron este país (unos 85.000) hicieron uso de las instalaciones de un coffee shop. Un 2,2% de ellos lo hicieron exclusivamente para ello.

Esperanza de que anulen la ley

Este pasado viernes, los coffee shops sufrieron un nuevo revés al ser rechazado el recurso que habían puesto en los tribunales contra la aplicación de una norma que consideran discriminatoria.

Josemans ha decidido oponerse a la ley de la única manera que queda ya en sus manos: violándola, para iniciar un nuevo proceso judicial.

Easygoing dejará entrar a no residentes este 1 de mayo, con lo que el Ayuntamiento tendrá que cerrarlo un mes e imponerle una multa, decisión que Josemans recurrirá. Además, el propietario impedirá la entrada a un grupo de fieles holandeses por no querer registrarse, para que le pongan una denuncia por discriminación.

Josemans no pierde la esperanza de que en el futuro, los tribunales anulen la ley. "Pero entonces, el daño ya estará hecho", lamenta.

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