El Gobierno negó repetidamente durante el último mes un rescate financiero a la banca española

Mariano Rajoy conversa con su ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro.
Mariano Rajoy conversa con su ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro.
JuanJo Martín/ EFE
Mariano Rajoy conversa con su ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro.

En el último mes, el Gobierno de Rajoy se ha afanado en negar constantemente un rescate financiero confirmado en la tarde del sábado.

Las primeras especulaciones llegaron con la crisis de Bankia, que solicitó al Estado una ayuda extra de 19.000 millones de euros, que sumados a los más de 4.000 que ya había recibido del FROB se convertían en el mayor rescate a un banco en la historia de España. Tras la nacionalización de la entidad llegaron las primeras negaciones de Rajoy sobre un rescate bancario en España.

Concretamente, el pasado 28 de mayo, el presidente del Gobierno descartaba el rescate y desvinculaba la nacionalización de Bankia con la situación de la prima de riesgo, que esa semana superó los 500 puntos básicos.  "No va a haber ningún rescate con fondos europeos a la banca española", dijo entonces Rajoy, a lo que añadió que esas "ayudas —públicas— a la banca no van a repercutir en más recortes".

Días más tarde, el 31 de mayo, el ministro de Economía, Luis de Guindos, consideraba un "sinsentido" unas informaciones filtradas a la prensa extranjera que apuntaban a que el Gobierno estaba negociando con el Fondo Monetario Internacional un plan de contingencia para conceder un préstamo a España en caso de que no lograra la financiación necesaria para rescatar a Bankia. También el FMI lo negó en ese momento.

No obstante, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, viajó a EE UU para reunirse con la directora del Fondo Monetario Internacional, un encuentro del que transcendió, por parte del Gobierno español, que había ido "muy bien", mientras que Christine Lagarde volvía a negar que España hubiera pedido ayuda al FMI o que la institución tuviera un plan de rescate para prestarle asistencia financiera.

Ya en junio, Rajoy se limitó a decir que habría que esperar al informe del FMI, que se ha adelantado a este sábado, y que entonces "sabremos exactamente" qué necesidades de recapitalización tienen las entidades financieras y se adoptarán las decisiones pertinentes sobre cómo hacerlo. No reveló se haría, pero aseguró que las entidades "se van a recapitalizar", que el Gobierno está trabajando "en este procedimiento" y se ha mostrado "optimista" en la resolución de "este conflicto".

El pasado fin de semana se desataron las alarmas. Según el medio Der Spiegel, Alemania presionó a España para que recurriera al fondo de rescate europeo en una reunión entre De Guindos y su homólogo Wolfgang Schäuble. Tras esta bomba, tanto fuentes del Gobierno alemán como de Moncloa desmintieron tajantemente esas presiones. Además, Alemania y Francia coincidieron en decir que la decisión de pedir el rescate correspondía únicamente a España.

La voz discordante

Entretanto, una voz discordante se salió de la línea marcada por el Gobierno y el PP. José María Beneyto, que hasta hace unos días era el portavoz de la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, dijo en una entrevista que no habría que excluir un rescate financiero a España.

"Habrá que vivir con ello. Portugal está viviendo con ello de una manera relativamente pacífica, e Irlanda ha vivido con ello y ha salido adelante", dijo Beneyto. Tras estas afirmaciones, el PP se ha desmarcado diciendo que este ha hablado "totalmente a título personal".

Cuatro días después de estas declaraciones, Beneyto fue relevado de la subcomisión parlamentaria de reestructuración bancaria y saneamiento financiero.

Las últimas negaciones

Hace solo dos días, Rajoy volvió a repetir su discurso de que descartaba un rescate para España, pero con ciertos matices: se esperará al informe del FMI y al análisis que dos auditores externos preparan sobre la banca española, y que esté previsto que se dé a conocer el 21 de junio.

La misma línea siguió este mismo viernes la vicepresidenta Sáenz de Santamaría, que remitió a las palabras de Rajoy y añadió que "no hay decisiones tomadas" y que "al menos" habría que esperar al informe del FMI, que estaba previsto para el lunes y se ha adelantado este sábado.

Finalmente, el Gobierno ha pedido a Europa un rescate con una cifra tope de 100.000 millones de euros.

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