El conseller catalán de Territorio y Sostenibilidad, Lluís Recoder, reconoció este martes que la Generalitat es "poco ágil" a la hora de adjudicar las viviendas sociales y reveló que hay un "stock ocioso" de más de 3.000 pisos.

Muchos de los adjudicatarios de estas viviendas han tenido que renunciar a ocuparlos porque no les conceden créditos bancarios y, por eso, la Generalitat ha modificado el modelo y ha empezado a sustituir la compraventa por alquileres. Recoder hizo un llamamiento a los bancos para que firmen un convenio con la Generalitat, para que la avisen cuando detecten que una familia no puede pagar su hipoteca y poder iniciar así los trámites de una mediación que evite el desahucio.

"Si las entidades tienen la obligación de comunicárnoslo, la agencia Ofideute puede empezar a intermediar antes de que llegue el desahucio y su tasa de resolución del problema es superior al 50% de los casos, algunos de los cuales ahora nos llegan cuando ya se ha ejecutado la hipoteca", explicó.

Las entidades sociales acusaron el Departamento de Territorio de no haber convocado las ayudas al alquiler para los jóvenes, a lo que Recoder respondió asegurando que Cataluña es la comunidad que destina más recursos a las ayudas al alquiler. El conseller anunció que el Gobierno catalán está trabajando para elaborar un nuevo Plan de Vivienda a partir del 2013.