Eliminar la cláusula suelo de nuestra hipoteca es posible: algunos consejos para lograrlo

  • Legalmente es abusiva si hay suelo pero no techo o si no menciona el suelo.
  • Podemos negociar con el banco o hacer un amago de subrogación.
  • Por la vía legal podemos sumarnos a la demanda colectiva de Adicae.
Una pareja informándose sobre las condiciones de una hipoteca.
Una pareja informándose sobre las condiciones de una hipoteca.
GTRES
Una pareja informándose sobre las condiciones de una hipoteca.

En España casi un 95% de las hipotecas utiliza un tipo de interés variable: el euríbor es el tipo de referencia más utilizado, está en el 85,3%. Por eso las variaciones del euríbor resultan tan decisivas para el bolsillo de tantos. Por ello es una buena noticia el que el euríbor esté ahora mismo por debajo del 1% en tasa diaria.

Sin embargo, la bajada del euríbor no significa para muchos un automático abaratamiento de la cuota de la hipoteca. Y es que muchas familias (casi 4 millones de hipotecas) tienen cláusula suelo, ese límite que protege al banco de las caídas del euríbor.

La cláusula suelo establece un interés mínimo que pagaremos en nuestra hipoteca, por mucho que bajen los tipos. Por ejemplo, si tenemos una hipoteca al euríbor +0,50% con un suelo del 3%, si el euríbor llega al 2% en lugar de pagar 2,50% como correspondería (2% + 0,50%) pagaremos un 3%, porque es el suelo hipotecario establecido por contrato.

La cláusula puede ser abusiva o no

El suelo de la hipoteca se podría considerar abusivo en todo caso, pero –como explica la web HelpMyCash–, legalmente solo se considera como cláusula abusiva si se cumple alguno de estos supuestos:

  • Existe suelo pero no techo, o bien el techo es inasumible por excesivamente elevado. Es decir, si el banco se protege contra un euríbor bajo pero no protege al usuario contra posibles subidas (insistimos, posibles, ya que un techo al 16% sirve de poco)
  • Si en la oferta vinculante (las condiciones finales que el banco propone al usuario para firmar la hipoteca) no se menciona el interés suelo o si ésta no está firmada por el cliente.

En esos dos casos tenemos todo a nuestro favor para quitarnos de encima el suelo de nuestra hipoteca. Sin embargo, aunque éste no sea el caso, podemos seguir adelante y tratar de eliminar la cláusula suelo. Caben dos posibilidades:

  • Negociar con el banco. Vistas las sentencias favorables a los usuarios que han ido apareciendo últimamente en relación al suelo hipotecario, las entidades financieras son cada vez más conscientes de que tienen las de perder en los juzgados. Por eso no es de extrañar que estén abiertas a negociar la retirada del suelo. Toca negociar; pero negociar con un banco… es "la madre de todas las negociaciones".
  • Hacer un amago de subrogación. Se trata de buscar una nueva entidad que nos ofrezca mejores condiciones si subrogamos la hipoteca. Si logramos una oferta vinculante (las condiciones definitivas del nuevo banco, por escrito), podremos acudir a nuestro banco y obligarle a igualar la oferta o a dejarnos marchar al otro banco.

Si ninguna de estas opciones funciona, siempre queda la vía legal: unirse a la demanda colectiva de Adicae contra el suelo de las hipotecas. Según esta organización de usuarios de la banca, en España hay 4 millones de hipotecas con cláusula suelo. Su demanda alcanza a un centenar de entidades bancarias.

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