Controlar el peso de la mochila y hacer deporte, claves para evitar dolores de espalda en los niños

La vuelta al cole significa para muchos niños la vuelta al suplicio de la mochila. Suplicio cuando las mochilas van llenas y con su peso maltratan la espalda de los chavales. En el inicio del curso los padres deben tener claro dos consejos básicos: controlar el peso de las mochilas y que los niños hagan deporte, si puede ser en compañía de sus padres, aún mejor.

La Organización Médica Colegial (OMC) y la Fundación Kovacs han presentado una campaña en la que se incide en la práctica de deporte en el ámbito familiar para prevenir dolores de espalda que limitan las actividades diarias de los menores y aumentan significativamente el riesgo de que los padezcan de forma crónica al ser adultos.

"Si quieres que a tus hijos no les duela la espalda, haz deporte con ellos", es el consejo que dan los expertos para prevenir un problema que, antes de los 15 años, experimentan el 50% de los chicos y el 70% de las chicas.

La campaña se centra en la distribución gratuita entre los niños de 8 años de un tebeo que contiene las medidas que han demostrado disminuir el riesgo de estas dolencias y reducir su duración:

Según el doctor Francisco Kovacs, presidente de la Fundación Kovacs, "lo ideal sería reducir el peso de la carga que transportan mediante la instalación de taquillas en los colegios o fraccionando cada libro de texto en diversos volúmenes, o instaurando de una vez la enseñanza en soportes electrónicos".

Una alternativa a la mochila tradicional es la que tiene ruedas, ya que si el estudiante tiene que cargar, lo mejor es que la espalda no soporte ese peso.

Si la bolsa es de tirantes, lo mejor en edades tempranas es situarla relativamente baja, en la zona lumbar, tan cerca del cuerpo como sea posible, y sujeta con un cinturón de manera que no se bambolee.

El otro elemento es la practica del ejercicio físico. El presidente de la OMC, Juan José Rodríguez Sendín, afirma que "es importante que papá y mamá hagan deporte" porque eso animará a sus hijos a hacerlo, además de que "no les vendrá mal a ellos".

El ejercicio físico previene los trastornos de espalda y de hecho es la principal medida que ha demostrado ser eficaz con ese fin. Una musculatura potente, resistente y coordinada protege el resto de las estructuras de la columna vertebral y reduce la carga que soportan.

Varios estudios científicos demuestran que la actividad física es necesaria desde edades tempranas para que la columna vertebral adquiera su forma definitiva. Realizar ejercicio físico de forma periódica aumenta la probabilidad de que si aparece dolor sea de corta duración y tenga un impacto menor en la actividad cotidiana.