La forense que dijo que los restos de 'Las Quemadillas' eran de animales rectifica y pide perdón

  • CRONOLOGÍA: La desaparición de los hermanos Ruth y José.
  • La primera forense ha pedido además perdón por su error a la familia de los niños desaparecidos Ruth y José Bretón y por el dolor que haya podido causar.
  • Once peritos y foreneses ratifican ante el juez instructor los informes en los que se concluyó que los restos hallados en la finca de Córdoba eran humanos.
José Bretón, en una imagen de archivo.
José Bretón, en una imagen de archivo.
GTRES
José Bretón, en una imagen de archivo.

La perito de la Policía Científica que determinó en un primer informe que los restos óseos hallados en la finca Las Quemadillas de Córdoba eran de animales, Josefina Lamas, ha rectificado y reconocido ante el juez instructor que eran humanos. Asimismo, ha pedido perdón a la familia de los niños desaparecidos Ruth y José Bretón por su error y por el dolor que haya podido causar.

Así lo ha asegurado a los periodistas la abogada de la acusación particular, María del Reposo Carrero, después de que hasta once peritos y forenses hayan ratificado este viernes en el tribunal los distintos informes que aseguraban que los restos eran humanos. Los niños, de 2 y 6 años, desaparecieron en octubre del 2011 y su padre, José Bretón, permanece en prisión acusado de su muerte.

El encuentro con el juez, en el que también ha estado presente el abogado defensor, José María Sánchez de Puerta, se ha prolongado más de cuatro horas y ha servido para que cada experto haya expuesto su metodología, su material gráfico y sus conclusiones sobre lo restos óseos. Estas conclusiones llevan a la certeza, "sin género de duda alguna" -en palabras de Exteberría- de que los huesos pertenecen a humanos submaduros con edades similares a las que tenían los pequeños Ruth y José.

El doctor ha recordado que este acto de ratificación o rectificación es una oportunidad que se da siempre a los expertos antes del juicio oral y, aunque suelen ser mediante comparecencias individuales, en esta ocasión ha sido grupal por las características del caso.

Un ejercicio "muy demostrativo"

Durante la reunión, según Exteberría, cada uno ha hecho su presentación con el programa Power Point de Microsoft y han ido "viendo que las fotografías y las opiniones coinciden exactamente igual a las que podíamos tener por separado". Ha sido un ejercicio "muy demostrativo" para personas "que no son especialistas en el ámbito forense", ha remarcado.

Según ha apuntado, el propio Sánchez de Puerta ha agradecido el nivel de detalle aportado en la comparecencia de este viernes. El forense se ha mostrado satisfecho al haber sido la pieza clave que dio el giro al caso de la desaparición y por poder "esclarecer por completo" lo que pasó con los dos hermanos. Exteberría ha dicho que esta verdad alcanzada es "pericial" pero "la verdad será la que se derive en el acto del juicio oral y hasta entonces hay que esperar".

Para la acusación, el hecho de que pueda encontrarse o no ADN "no aporta absolutamente nada", tras la unanimidad alcanzada por los expertos en cuanto a los restos. "No tiene ningún valor porque no solemos tener a muchos niños de 2 y 6 años quemados en una hoguera y precisamente en Las Quemadas", ha indicado.

La abogada ha valorado el hecho de que la perito de la Policía Científica haya rectificado "aunque sea tarde" y "nunca" entendió porque no rectificó antes, "cuando se le han dado tantas ocasiones". Además, para su labor como acusación particular, considera fundamental que se haya llegado a esta unanimidad que le facilita su trabajo.

En su comparecencia ante los medios, Carrero ha calificado de "excelente profesional" a Sánchez de Puerta, quien "ha salido impresionado y diciendo que no tenía palabras" ante las pruebas expuestas. La familia materna esta ahora a la espera de que le entreguen los huesos, un plazo que Carrero estima de un mes, y poder darles sepultura.

"Quemó los cadáveres"

Los tres informes posteriores al inicial, a la espera del que realiza el Instituto de Medicina Legal de Galicia en Santiago de Compostela para intentar hallar ADN en los restos óseos de la hoguera, han supuesto un giro en la investigación tras diez meses con el primer informe de la Policía Científica, en el que se descartó que los restos fueran humanos para concluir que eran de animales.

Además, este giro en el caso ha conllevado una nueva imputación para Bretón, como es la supuesta comisión de dos delitos de asesinato con alevosía y la agravante de parentesco, teniendo en cuenta que permanece en prisión desde el 21 de octubre de 2011 por sendos delitos de detención ilegal y simulación de delito.

Cabe destacar que en el último auto, por el que se imputa al padre de los niños los dos delitos de asesinato, el juez argumenta que Bretón, "tras matar a sus dos hijos, lo más probablemente al llegar a la parcela", en Las Quemadillas, y sin que se pueda establecer la forma en la que lo hizo, "trató de hacer desaparecer sus cadáveres quemándolos en lo que diseñó como un auténtico horno o pira funeraria", sobre "un fondo de leña de olivo en forma más o menos rectangular", en la que supuestamente colocó "los cuerpos de los dos menores". Algo que, según el togado, está "demostrado empíricamente".

Asimismo, relata que "los cuerpos estarían posiblemente cubiertos por una sábana o cortinas de las que no se encontraron en los registros; muy probablemente José vertería importantes cantidades de gasoil sobre los cuerpos o sobre la leña, con miras a conseguir que la hoguera alcanzara elevadísimas temperaturas durante un prolongado espacio de tiempo". Cabe recordar que los agentes comprobaron en la investigación que Bretón compró unos 140 litros de gasoil antes de acudir a Córdoba el 7 de octubre.

Posteriormente, "sobre la pira, José colocaría la estructura metálica de mesa de forma rectangular que se encontró junto a la hoguera en el primer registro", y agrega que "la mesa serviría de parapeto, sobre el que posiblemente descansaría una especie de plancha o montículos que hicieran concentrar aún más el calor", con el fin de actuar, en palabras del juez, como si fuera "un horno".

Cuando Bretón calculó que "la incineración pudiera haber tenido finalmente lugar (el volumen de la ceniza y la existencia de ascuas impediría un análisis concienzudo) retiraría la mesa y el material utilizado de parapeto, consiguiendo de este modo, posiblemente con la ayuda de ropas sintéticas o simplemente por oxigenación provocada por la retirada de obstáculos, o manipulación de ascuas, que la llama se avivara en el entorno de las 17,14 horas". Precisamente, los técnicos del Infoca alertaron sobre esa hora de una columna de humo, procedente de la zona de la finca.

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