Morsi cumple cien días con un poder reforzado y muchas promesas sin cumplir

  • El presidente egipcio ha dotado de cierta estabilidad al país pero
  • Varios activistas han creado el "Morsímetro", una página web que vigila el cumplimiento de las promesas electorales de Morsi.
  • Según esta página, Morsi ha cumplido 5 de sus 64 promesas y ha comenzado a abordar otras 23.
El expresidente de Egipto, Mohamed Morsi
El expresidente de Egipto, Mohamed Morsi
EFE
El expresidente de Egipto, Mohamed Morsi

Cuando Mohamed Morsi tomó posesión como presidente de Egipto, hace cien días, recogió un país al borde de la implosión y una institución presidencial aparentemente vaciada de poder por los militares.

Ahora, Morsi puede presumir de haber encauzado el país por una cierta estabilidad y de haber reforzado de manera impensable las prerrogativas de la primera magistratura del país, aunque los esfuerzos por consolidar su posición no se han visto acompañados por las mejoras en la vida diaria que prometió a sus compatriotas.

Al margen de la puesta en marcha de su programa "Nahda" (Renacimiento) de inspiración islámica, Morsi realizó promesas muy concretas para sus cien primeros días en cinco campos: la seguridad, la limpieza de las calles, las crisis del combustible y el pan, y el tráfico.

Tanto opositores como analistas coinciden en elogiar la labor de Morsi por separar a los militares del poder civil, pero son muy críticos con sus esfuerzos para resolver los problemas del egipcio de a pie.

"Ninguna de las cinco promesas se ha cumplido, salvo una mejora relativa en la seguridad", señaló el líder opositor "naserista" y excandidato presidencial Hamdin Sabahi.

Son problemas "demasiado grandes"

"Morsi fue injusto consigo mismo al hacer esta promesa y precisar cien días, porque esos problemas son demasiado grandes como para resolverlos en ese tiempo. Pero al final, fue él quien especificó los cien días y fue él quien lo prometió. Cualquier evaluación objetiva diría que se ha equivocado", señaló Sabahi.

En las elecciones del pasado junio —las primeras presidenciales democráticas en la historia del país—, el islamista Morsi, candidato de los poderosos Hermanos Musulmanes, se impuso por un estrecho margen al exmilitar Ahmed Shafiq, último primer ministro del depuesto Hosni Mubarak.

Para defender su gestión, el presidente glosó en un discurso el sábado en el Estadio de El Cairo los logros de su mandato y aseguró que ha cumplido el 70% de sus compromisos electorales.

Morsi afirmó que se ha cumplido un 40% de lo prometido en limpieza de las calles, un 60% en tráfico y un 80% en la producción de pan.

Para el analista Yosri Azbaui, del Centro Al Ahram para Estudios Políticos y Estratégicos, "las cifras que dio Morsi, como el precio de las bombonas de gas, valen para el discurso de un gobernador provincial, pero no para el presidente de un país, que tiene que ofrecer una visión más general y no hablar de bombonas".

Quitó el poder legislativo a los militares

"El único logro de Morsi hasta ahora ha sido acabar con el dominio de los militares de una manera pacífica, sin levantar la tensión dentro del ejército", aseveró Azbaui.

En un golpe de mano fugaz e inesperado, el presidente remodeló el pasado 12 de agosto la cúpula de las Fuerzas Armadas y le arrebató el poder legislativo que los generales se habían reservado después de la disolución del Parlamento por una decisión judicial.

Por esa razón, Azbaui considera que al mandatario hay que juzgarlo "no solo como presidente, porque él también asumió el poder legislativo, aunque diga que no utiliza esas prerrogativas".

Ahora que la política es el tema favorito de conversación para los egipcios, por encima incluso del fútbol, Morsi se ha topado con una nueva generación de egipcios que fiscalizan su labor con instrumentos como el "Morsímetro", una página web de activistas que vigila el cumplimento de sus compromisos electorales.

Según este "Morsímetro", hasta el momento el presidente ha cumplido 5 de sus 64 promesas, y ha comenzado a abordar otras 23, por lo que el 58% de los egipcios consultados por la página están insatisfechos con su desempeño, frente al 42% que se muestran satisfechos.

Morsi no ha logrado quitarse de encima en este tiempo la percepción, por parte de los no islamistas, de que los Hermanos Musulmanes pretenden monopolizar el poder en el Egipto posrevolucionario.

Estas acusaciones han llevado a respetadas voces a denunciar que "Morsi repite los errores de Mubarak", como ha escrito en su cuenta de Twitter el prestigioso escritor Alaa al Aswany.

Ha consolidado su imagen

Pese a todo, es innegable que Morsi, presentado a menudo como un gris funcionario de los Hermanos Musulmanes que accedió a la Presidencia casi de casualidad —era el candidato "reserva" del grupo—, ha consolidado su imagen dentro y también fuera del país.

Con una intensa actividad diplomática, Morsi ha dejado varios aldabonazos, como sus críticas al régimen sirio en casa del mayor aliado de Damasco, Irán, que han dotado de peso y voz propia a la Presidencia egipcia en el concierto internacional.

Según el analista Azbaui, Morsi ha hecho nueve viajes oficiales hasta ahora y ha logrado préstamos por un total de 11.000 millones de libras egipcias (unos 1.400 millones de euros) para la maltrecha economía del país, "aunque con intereses a largo plazo que hipotecarán a las próximas generaciones".

Para el experto, los viajes presidenciales, pese a servirle para proyectar su imagen globalmente, "han distraído a Morsi de los problemas internos".

Y si hay algo que Egipto, cien días después de inaugurar su todavía endeble democracia, no se puede permitir en un momento capital de su historia son distracciones.

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