El expresidente de la CEOE y excopropietario del grupo Marsans, Gerardo Díaz Ferrán, y el actual dueño de Nueva Rumasa y del grupo turístico Viajes Marsans, Ángel de Cabo, han sido detenidos este lunes por delitos de alzamiento de bienes y blanqueo de capitales, "entre otros ilícitos penales", según han confirmado a 20minutos.es fuentes policiales.

Los arrestos, efectuados por agentes de la división de delincuencia económica de la Policía, se ha producido el marco de la operación Crucero, aún abierta, desarrollada en varias provincias españolas y relacionada con presuntos delitos de blanqueo de dinero. En total y de momento se han producido ocho registros en Madrid y Valencia y nueve detenciones: Gerardo D.F.; Ángel D.C.S.; Iván M.L.C; Susana M.C.; Teodoro G.O.; Rafael T.A.; Carmelo José E. G.; Antonio G.E., y José Enrique P.M.

El titular del Juzgado Central de Instrucción número 6, Eloy Velasco, se ha hecho cargo de esta operación, que dirige junto al fiscal Daniel Campos.

Las detenciones son consecuencia de una investigación iniciada a partir de la querella presentada por AC Hoteles, Meliá, Pullmantur y el grupo Orizonia contra los antiguos propietarios de la agencia de viajes Marsans, Gerardo Díaz Ferrán y el fallecido Gonzalo Pascual, su nuevo dueño, Ángel de Cabo, y la empresa Possibilitum por la comisión de delitos de alzamiento de bienes y ocultación apresurada de sus bienes personales.

El pasado mes de julio la Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ordenó al juez Velasco asumir la causa. La Audiencia resolvía así el conflicto de competencia que había planteado el propio juez, que consideraba que la causa debía recaer en otro Juzgado, el número 1, del que es titular es juez Santiago Pedraz y que ya investiga a Marsans, en este caso por apropiación indebida de depósitos de clientes de la agencia para la reserva de viajes.

Las compañías hoteleras denunciaron a los tres empresarios al considerar que estaban ocultando a los acreedores de Marsans bienes de la agencia de viajes y personales para evitar así hacer efectiva la deuda contraída con ellas, que asciende a 45 millones de euros. Un informe de Anticorrupción aseguró entonces que "un número de acreedores superior a 10.000" habrían resultado perjudicados por la falta de pago de Marsans, que declaró concurso de acreedores en el año 2010.

Por su parte, un informe policial que se conoció en también en julio desveló que Díaz Ferrán y el empresario valenciano Ángel de Cabo habrían "desviado" a Suiza 4,9 millones de euros procedentes de una filial irlandesa del Grupo Marsans, Astra Worldwide International. La cuenta fue bloqueada por la Fiscalía de Ginebra y su titular es De Cabo.

Díaz Ferrán tiene abiertas varias causas judiciales, entre otras una relativa a la concesión de un crédito de 26 millones de euros por parte de Caja Madrid y otra por la quiebra de Marsans; este miércoles tenía pendiente una citación judicial junto al expresidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, para declarar por la primera de ellas.

El pasado mes de febrero, la Audiencia Nacional imputó al expresidente de la CEOE y a su socio Gonzalo Pascual por un presunto delito continuado de apropiación indebida por valor de 4,4 millones de euros procedentes del grupo Marsans.

En mayo, el Juzgado de lo Mercantil número 9 de Madrid declaró a Díaz Ferrán y Pascual culpables de la quiebra de Seguros Mercurio, inhabilitándolos para administrar bienes ajenos durante los próximos 15 años. La sentencia condenaba además a los ocho administradores de Seguros Mercurio, entre los que se encontraban dos hijos de Díaz Ferrán y otros dos de Pascual.

Por otro lado, Díaz Ferrán y el expresidente de Air Comet, Antonio Mata, serán juzgados a finales del próximo mes de febrero por un presunto delito contra la Hacienda Pública tras comprar Aerolíneas Argentinas en el año 2001; Pascual falleció el pasado mes de junio tras sufrir un infarto.

Díaz Ferrán dejó en 2010 la presidencia de la CEOE tras cuatro años de mandato. Dos meses antes, unas declaraciones suyas sobre crisis económica causaron un profundo malestar social: aseguró que los trabajadores debían "trabajar más y, desgraciadamente, ganar menos" para lograr que el país saliera de la crisis; "Es muy duro decirlo, pero es la verdad", señaló.