Tantas viviendas hay en España por vender que todos los actores del sector inmobiliario, especialmente las autoridades, han buscado por activa y por pasiva el concurso de nuevos compradores, de compradores extranjeros. A algunas zonas, como poblaciones de la Costa Brava, ya han llegado estas ventas, pero su consecuencia inmediata no es otra que la subida de precios. Es lo que tienen las leyes del mercado.

Los precios de venta en las zonas costeras de Girona ya han aumentado por la aparición de compradores procedentes de Rusia o Francia. Así lo aseguran el Colegio de Apis y el Gremio de Promotores de Girona en su estudio de precios de mercado de obra nueva, segunda mano y alquiler.

Así, los precios de las viviendas en poblaciones como Lloret de Mar, Blanes y Roses han experimentado un crecimiento a causa de la aparición de este tipo de comprador. Los rusos estarían más interesados por viviendas en la zona de la Costa Brava sur, mientras que los franceses han adquirido pisos de segunda residencia en el Alt Empordà.

"Este incremento está claramente provocado por la venta de segundas residencias a rusos y franceses", afirma el presidente de Apis de Girona, Ramon Corominas.

Aún así, el estudio, que se elabora semestralmente, muestra en general que los precios de venta de las viviendas, sean de obra nueva o segunda mano, han bajado en la mayoría de las zonas en relación a los que había hace seis meses.

Según los datos de Apis y promotores de Girona, en Cataluña el 73% de los contratos que se hacen por vivienda son de alquiler, lo que indica una clara tendencia a esta opción por delante de la de compra.

Muchos de estos contratos no son nuevos, sino que son de gente que cambia un alquiler por otro, buscando siempre el mejor precio. "El mercado de alquiler no es fiel", asegura Corominas.