La encuesta del CIS da ganador a Artur Mas (CiU), con 13 diputados de ventaja sobre el PSC. Mas acentuó su tono institucional en el que dejaba entrever que la federación se ve como ganadora. José Montilla (PSC) recibió, de nuevo, el apoyo de Zapatero.
El PSC rastreó en loor de multitudes el voto abstencionista del cinturón rojo de Barcelona que sí acude a las urnas en las generales. El PPC sigue la misma estrategia.
Hoy se despejará esta ecuación con dos resultados del 1-N. Al menos, a priori.
CiU, la opción nacionalista
Yendo al notario, Mas descartó pactos estables con el PP. El candidato de CiU ha repetido que apuesta por un "Govern fuerte".
Mas no quiere mandar con ERC porque obligaría a un ejercicio constante de equilibrio entre ambos partidos. Insiste en que debe mandar quien gane: ha presionado a Zapatero para que no permita que el PSC forje otro tripartito si CiU vence, y auguró una "profunda crisis social y política" en caso de no ser así.
En Cataluña, se elige presidente al candidato que suma 68 votos favorables.
La otra posibilidad la encabeza Montilla
El candidato del PSC también ha apostado por formar un Ejecutivo en solitario y establecer acuerdos concretos.
De acuerdo con la mayoría de sondeos, la opción de izquierda sí necesitaría del apoyo explícito de ICV (única formación que ya ha desvelado las cartas) y de ERC. De repetirse el pacto, todos tienen claro que las condiciones serían distintas.
Equidistancia
La formación de Carod-Rovira ha jugado a situarse entre el PSC y CiU, pero ERC ha dedicado sus críticas más ácidas a Mas. Ambos comparten el grueso del electorado nacionalista. Aunque fueron expulsados del Govern, los republicanos han formado parte del tripartito y se inclinan más por un nuevo giro a la izquierda.
La sociovergencia quedó arrinconada de manera explícita por los interesados, del mismo modo que un posible pacto CiU-PP al estilo de 1999.
Una mayor participación
El tiempo ayudará. El día, quizá también: hoy es festivo. Todos los indicios apuntan a que se alcanzará una de las mayores participaciones en unos comicios autonómicos. Del 59,2% de 1999 se pasó al 62,5% de 2003.
Según el CIS, un 65,3% de los catalanes tiene decidido ir a votar. Un síntoma puede ser el aumento del voto por correo (37.500 catalanes para el 1-N). Para hoy están llamadas a las urnas 5.320.395 personas, 12.558 más que hace tres años.
Casi dos millones más no pueden ejercer este derecho (menores, pero sobre todo inmigrantes). El lunes terminó una campaña dominada por el no debate CiU-PSC, el reparto de CiU de un millón de DVD, la visita de Mas al notario y por el carisma de Montilla para movilizar a los suyos.
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