El jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, ha defendido este lunes durante la XVIII Unión Interparlamentaria del PP su acción de Gobierno en su primer año en La Moncloa con reformas "ambiciosas, imprescindibles y de largo alcance" y ha advertido: "Nadie podrá decirnos que nos hemos quedado cruzados de brazos".

Los españoles no nos eligieron para que todo siga igual, sino para impulsar un profundo camino de cambio que ya hemos empezado", ha continuado diciendo Rajoy, en defensa de los recortes y ajustes llevados a cabo por su Ejecutivo. Además, también ha indicado que su Gobierno "no oculta los problemas, sino que los elimina".

En su discurso, Rajoy también ha señalado que los populares no piensan consentir que "quien socavó el Estado de bienestar" dé ahora "lecciones de política social". "No lo vamos a consentir", ha avisado Rajoy, quien ha culpado como de costumbre al PSOE de haber dejado "al borde del colapso" los servicios sociales y por eso ahora los socialistas cargan con una "culpa histórica" que tienen que conocer todos los españoles y que hay que señalar "alto y claro".

El presidente del Gobierno y del PP ha admitido que no hay soluciones fáciles para situaciones difíciles y "no hay chisteras anticrisis" y se ha mostrado convencido de que el primer año de su Gobierno será reconocido como el periodo en el que se pusieron las bases para la recuperación económica.

Con todo, también ha dicho que es "consciente" de que este primer año ha sido "un año de dolor y sufrimiento". "Me acuerdo de todos los españoles que no tienen empleos y los que lo están pasando mal. Pero todo lo que hace este Gobierno lo hace para que recuperen sus vidas y su bienestar", se ha justificado.

En otro momento de su intervención, Rajoy ha defendido las reformas hechas hasta ahora y las que todavía quedan por hacer "hasta el final de la legislatura": "Cada una de las reformas que hemos impulsado y las que tenemos por delante son necesarias, y conforman un plan global de relanzamiento de la economía", ha indicado Rajoy.

"Las reformas no son una opción, son una obligación para preservar lo mejor de nuestro país y prepararnos en el futuro que está por llegar. Y aquí es capital la labor del PP", ha remarcado. "Tenemos muchas reformas entre manos que entrarán en vigor los próximos meses".

Rajoy también dejó hueco para hablar sobre el futuro más inmediato: "Afrontamos un año 2013 muy complicado. Será difícil, pero será el año de la estabilización de la economía. Terminará mejor de cómo va a empezar". El jefe del Ececutivo ha añadido que hay "fundadas razones para la esperanza" de ver "un horizonte de crecimiento y de creación de empleo para 2014".

Además, ha subrayado que, por primera vez "en la historia", España tiene superávit comercial con la Unión Europea y en 2013 tendrá superávit de financiación con el exterior, lo que demuestra que "las empresas han hecho ajustes y venden fuera, aunque la producción la tienen aquí y eso significa que están en condiciones de crear empleo en España".

Ha seguido argumentando que las exportaciones españolas no paran de crecer, los ingresos por turismo están en máximos históricos y la reforma laboral ha dotado de flexibilidad a las empresas, que están ganando en competitividad.

"No se trata de pecar de optimismo, nada más lejos de mi intención", ha subrayado Rajoy, para quien se trata solo de "ser justos con nosotros mismos" y de poner de manifiesto que los esfuerzos que está realizando la sociedad española "no están cayendo en saco roto, y más pronto que tarde comenzarán a revertir en la economía real y la economía doméstica y de la calle".

El próximo año, ha asegurado el presidente del Gobierno, será clave en la economía española y el final de la reestructuración y la recapitalización de las entidades financieras problemáticas "acortará los plazos de salida de la crisis".

El saneamiento definitivo del sistema financiero, ha vaticinado Rajoy, va a contribuir a restablecer la confianza en la economía española, a desatascar el crédito y a impulsar la demanda interna.

Para el presidente del Gobierno, esta es la situación del país, los analistas e inversores internacionales empiezan a valorarlo y los capitales foráneos "vuelven a interesarse por España", que tiene de nuevo un perfil "atractivo" para la inversión. "Aunque la confianza no se gana de un día para otro, volvemos a inspirar la seriedad y confianza de un país solvente, que se respeta a sí mismo y se hace respetar en Europa", ha resaltado el jefe del Ejecutivo, para quien España "día a día gana enteros".

Ante los cambios en Europa, ha asegurado que España estará presente no como "sujeto pasivo ni contemplativo ni subordinado" sino todo lo contrario, "participativo, activo y con perfil propio".

Los españoles, ha continuado, tienen talento y energía que hay que sumar y canalizar para que el país vuelva a ser "la España imparable que hemos sido". Ha abogado por "echar todos el resto" y ha reiterado su compromiso de que "España vuelva a funcionar" porque la crisis es "solo un capítulo más en la historia del país y a todos nos esperan tiempos mejores".

Por otro lado, Rajoy ha alabado el trabajo desarrollado por María Dolores de Cospedal en Castilla-La Mancha. En su opinión, "la mejor secretaria general que puede tener el PP" ha puesto a esta comunidad en la vanguardia de España en un año y medio.

El jefe del Ejecutivo ha planteado que la doble responsabilidad de Cospedal supone una "suma magnífica", pues ser presidenta de Castilla-La Mancha la hace mejor secretaria general y viceversa. Ha alabado especialmente el trabajo desarrollado por Cospedal en Castilla-La Mancha "—antes y ahora nada te llena más que representar a la gente de tu tierra", ha dicho—, pues se ha producido "un antes y un después", y se han hecho más cosas en año y medio que en los treinta años anteriores.

Según Rajoy, nunca en Castilla-La Mancha se había vivido un período reformista de tanta intensidad y lo único que lamentan los castellanomanchegos es que Cospedal no llegara antes a la Presidencia autonómica.

También ha agradecido Rajoy el trabajo del vicesecretario general de Política Autonómica y Local del PP, Javier Arenas, quien, tras ganar las elecciones autonómicas en Andalucía, sigue en el PP y sigue siendo uno de sus "activos más importantes, en el presente y el futuro".

Sobre la cuestión catalana, Rajoy ha ofrecido diálogo al presidente de la Generalitat en funciones, Artur Mas, ya que, según ha recalcado, ni a los catalanes ni a los españoles les convienen políticas que provoquen "división" e "inestabilidad". De hecho, ha advertido que los ciudadanos "no perdonarán a nadie" adentrarse en "caminos de incertidumbre"que no conducen a ningún sitio.

El presidente del Gobierno ha afirmado rotundo que Cataluña "no puede equivocarse en las prioridades" porque en este momento esa prioridad es luchar contra la crisis con todas "las fuerzas".

Dicho esto, el jefe del Ejecutivo ha avisado de que "situarse en la periferia de la ley es alejarse del sentido común y la moderación que necesita Cataluña y toda España". "Nosotros siempre dispuestos al diálogo y seguimos estando dispuestos al dialogo", ha enfatizado.