Taryn Simon, la fotógrafa chic e imprevisible a la que solo Disney fue capaz de decir no

  • Casada con el cineasta millonario Jake Paltrow, hermano de Gwyneth, la artista sigue asombrando con su último montaje, "Un hombre vivo declarado muerto".
  • La exposición, en cuya producción empleó cuatro años, conjuga 18 historias extremas: desde víctimas del genocidio de Bosnia hasta el doble de un hijo de Sadam.
  • Obsesiva y tenaz, Simon entra donde nadie lo consigue: en un capítulo del Klu Klux Klan, en una célula de torturadores, en una cueva donde hiberna un oso...
El trabajo de Taryn Simon ha sido llamado "nuevo documentalismo basado en el caos"
El trabajo de Taryn Simon ha sido llamado "nuevo documentalismo basado en el caos"
A Living Man Declared Dead and Other Chapters I–XVIII. © 2012 Taryn Simon.
El trabajo de Taryn Simon ha sido llamado "nuevo documentalismo basado en el caos"

Solo la megacorporación Disney se ha atrevido a decirle que de ninguna manera cuando solicitó permiso para hacer fotos en uno de los parques temáticos de la empresa. Pero lo hicieron con una carta de razonamiento tan elocuente que, como dijo ella, "ninguna foto podría superarlo". La negativa del portavoz de Disney a la fotógrafa Taryn Simon decía: "En especial en estos tiempos violentos, creo personalmente que debemos proteger el hechizo mágico que cubre a los visitantes de nuestros parques temáticos para seguir ofreciendo una importante fantasía a la que poder escapar".

Quizá la prohibición sea lógica: Taryn Simon está empeñada en practicar a los EE UU una autopsia. "Mientras el país mira más allá de sus fronteras, yo quiero mirar  hacia adentro", dijo en una entrevista sobre su tremendo proyecto de 2007 An American Index of the Hidden and Unfamiliar (Un índice estadounidense a lo escondido y poco familiar), un inventario de zonas en sombra a las que solamente algunos tienen el privilegio de acceder.

En la serie de 70 fotos, editada en libro con prólogo de Salman Rushdie, Simon logró democratizar los espacios vedados de una mitología estadounidense feroz y temible y, al tiempo, absurda. Entró en cementarios de desechos atómicos, una cueva donde un oso negro hibernaba, la sede de la CIA para mostrar la colección de arte de la agencia, una unidad de criogénesis, una celda al sol para que los presos que esperan ser ejecutados "hagan ejercicio", un laboratorio que guarda todo tipo de virus letales, instalaciones privadas de la Iglesia de la Cienciología, un capítulo del Klu Klux Klan, una escuela para aprender a torturar...

Exitazo del último proyecto

El último proyecto de esta fotógrafa —aunque no le gusta que la llamen así y prefire ser considerada como una investigadora— nacida en Nueva York en 1975 y casada con el cineasta millonario Jake Paltrow, hermano de Gwyneth, sigue cosechando aplausos. Después de recorrer más de diez museos y ante el exitazo de su exhibición en la Tate Modern de Londres en 2011, A Living Man Declared Dead and Other Chapters I – XVIII (Un hombre vivo declarado muerto y otros capítulos I-XVIII) está ahora en cartel en la Corcoran Gallery of Art de la capital inglesa (hasta el 24 de febrero).

Tras desarrollar en 2010 Contraband (Contrabando), con más de mil fotos tomadas en los cuatro días y sus noches que pasó sin dormir en el servicio de aduana postal del aeropuerto JFK de Nueva York para retratar todos los objetos incautados: desde tabaco hasta un pene de ciervo, Simon ha dado otra vuelta de tuerca imprevisible. A Living Man Declared Dead, del que habla como un proyecto sobre "la violencia, la resistencia, la corrupción y la supervivencia", cuenta 18 historias extremas que fotografió en lugares de los cinco continentes a lo largo de cuatro años.

9 esposas, 32 hijos, 63 nietos

Simon propone un ensayo a gran escala donde hay una cierta coherencia en la a primera vista arbitraria selección de los episodios: víctimas del genocio de Bosnia; el doble de Uday, uno de los hijos de Sadam Hussein; una familia africana de albinos; otra familia africana cuyo líder es un médico polígamo, con 9 esposas, 32 hijos y 63 nietos; dos clanes brasileños que mantienen desde hace generaciones una disputa territorial que ha causadao docenas de muertes; afectados por la talidomida en Escocia; los descendientes de la primera mujer, una palestina, acusada de secuestrar un avión...

Siempre se trata de grupos familiares humanos —una excepción: una familia de 32 conejos australianos portadores de un extraño virus mortal para el hombre—, porque a Simon le interesa mostrar la "línea de sangre", la herencia genética implicada en cada caso. La exposición muestra cada casa mediante tres partes: grandes paneles con fotos de todos los afectados, documentación y un panel narrativo donde Simon introduce textos con datos.

Simon, que hace fotos desde niña porque su abuelo y su padre eran ávidos practicantes, es una de las artistas más cotizadas de su generación desde su primer trabajo,  The Innocents (Los inocentes, 2003), donde retrató a víctimas de errores judiciales. Desde entonces ha vendido todo lo que ha expuesto. A Living Man Declared Dead, definido por algunos como  "nuevo documentalismo basado en el caos", fue comprado por una cantidad no revelada por los coleccionistas de fotos más importantes del Reino Unido, el matrimonio de Jane y Michael Wilson. Él se convirtió en multimillonario coproduciendo con su hermana, Barbara Broccoli, la saga cinematográfica de James Bond.

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