El organizador de la fiesta de Halloween de Madrid Arena en la que murieron cinco jóvenes no solo sabía que sus trabajadores habían ocultado las urnas con las entradas sino que supervisó la operación, hora y media después de la tragedia.
En el vídeo de una de las cámaras de seguridad al que ha tenido acceso El mundo, se ve cómo algunos trabajadores trasladan las urnas delante de Miguel Ángel Flores, mientras otros le dan explicaciones. Son aproximadamente las cinco y media de la mañana y ya hace tiempo que se conoce la verdadera dimensión de lo ocurrido. Las urnas son trasladadas a un pabellón cercano, que la empresa Divertt, organizadora de la fiesta, ha utilizado en otras ocasiones.
La falta de luz hace que los operarios tengan que utilizar linternas para entrar y salir del recinto.
Flores siempre negó conocer el destino de las entradas, principal prueba de cargo para demostrar que se había sobrepasado el aforo, y se reafirmó en que solo se habían vendido 9.650, aunque reconoció que se imprimieron 17.000. El exceso de aforo es una de las principales causas de la avalancha que provocó la muerte de la cinco chicas.
La policía tardó 16 días en dar con las urnas y en cuanto las encontró las precintó para enviárselas al juez. El resultado del recuento fue lo suficientemente concluyente. En las urnas se encontraron 16.791 entradas, un 58% más del aforo permitido, que era de 10.600 personas. Además esta cifra no incluía la lista de personas invitadas ni las personas que se colaron desde el botellón que se realizaba junto al pabellón.
En el vídeo también aparece hablando con Flores la máxima autoridad de la fiesta, Francisco del Amo, empleado de Madrid Espacios y Congresos, y se aprecia cómo una ambulancia, que no es del 112 se lleva a una de las jóvenes heridas.
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