Una valla metálica y un cartel que dice Reserva cerrada, prohibido el paso impiden desde el pasado agosto que los vecinos y turistas accedan a la reserva natural de Las Hoces del Cabriel, situada entre los municipios conquenses de Minglanilla e Iniesta.

Este "paraíso entre Madrid, Valencia, Zaragoza y Albacete, este espacio casi virgen con 230 kilómetros de río", como lo define un activista ambiental de la zona que prefiere permanecer en el anonimato, ya no es visitable y acoge un coto de caza explotado por un empresa que ya ha organizado tres monterías. Además, los propietarios impiden el acceso y tránsito al camino público que discurre a lo largo del curso fluvial. "Una cosa es que pusieran una valla el día que haya montería y otra que cierren los caminos públicos indefinidamente. También han quemado los carteles que identificaban la reserva", se queja.

Esta reserva natural fue creada por decreto en el año 1995 y, según este activista, lo único que tiene de reserva es el nombre. "Su Junta rectora lleva diez años sin reunirse. Primero desaparecieron los monitores que guiaban las excursiones y luego, los agentes medioambientales de Tragsa", denuncia.

El motivo de su cierre es la no renovación del acuerdo económico que había entre los propietarios y la administración para que el espacio fuera visitable y se limitaran los usos de caza y explotación forestal, según han asegurado fuentes de la Junta de Castilla La Mancha a 20minutos.es.

"El convenio se extinguió en enero de 2011 y como es una propiedad privada ya no se puede acceder a ella. Además, el coto de caza ya existía con anterioridad, no se ha creado ahora, y las especies protegidas seguirán estándolo", explican desde la consejería de Agricultura. Sobre la imposibilidad de acceder al camino público que discurre a lo largo del río, aseguran que están trabajando con los ayuntamientos de la zona y otras fincas limítrofes para tratar de facilitar el acceso.

Desde Ecologistas en Acción de Cuenca denuncian que nunca se ha hecho nada para proteger este espacio y que existe mucha opacidad y nada de información sobre su situación. En 1993, el entonces ministro de Obras Públicas, Josep Borrel, pretendía que el trazado de la autovía a Valencia pasara por estos terrenos, pero José Bono se opuso a ello y logró evitarlo declarándolo reserva natural.

"Este espacio tiene un valor natural importante, pero también simbólico porque es un ejemplo de la movilización ciudadana que hubo entonces", explica el activista, que asegura que van a iniciar el proceso legal para defender su apertura. De hecho, Las Hoces de Cabriel son candidatas a convertirse en reserva natural de la biosfera para el año 2014.