Los madrileños heredan la finca de la condesa de Torre Arias, que se abrirá al público como parque

La Quinta Torre Arias, un vergel de 18,4 hectáreas en plena calle de Alcalá (San Blas-Canillejas), era hasta ahora un misterio para los madrileños. Los curiosos podían asomarse a su interior a través de la verja situada en el número 551, pero los árboles impedían ver más allá de la caseta del guardés. La única persona que podía disfrutar de este pulmón verde era la propietaria de la finca, Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno, condesa de Torre Arias, marquesa de Santa Marta y marquesa de la Torre de Esteban Hambrán.

Pero ahora, cuatro siglos después, los madrileños podrán pasear por los terrenos: la condesa murió el pasado octubre sin descendencia y el Ayuntamiento de Madrid, haciendo valer un convenio de los años 80, ha heredado la finca con la única condición de abrirla a todos los ciudadanos como parque público, según fuentes municipales.

A pie de calle es imposible atisbar el interior de la quinta. Pero a vista de pájaro se aprecia parte de su valor: una casa solariega con caballerizas que ha ido aumentando en tamaño desde que se construyó el primer edificio a finales del siglo XVI, un bosque frondoso con árboles centenarios, casas de labranza y cientos de metros de sendas entre campos de cultivo. Su extensión es equiparable a una sexta parte del parque de El Retiro. "Es un lujo que en pleno siglo XXI tengamos todavía estas zonas verdes intactas en medio de la ciudad", opina el historiador Luis Miguel Aparisi.

Ahora, la Dirección General de Patrimonio del Ayuntamiento de Madrid ha tomado posesión de todos estos terrenos, en virtud de un convenio firmado en los años 80 entre el alcalde Enrique Tierno Galván y la condesa de Torre Arias. Según el acuerdo, el Ayuntamiento desgajaba la quinta para recalificar unas parcelas contiguas y construir viviendas, pero permitiría seguir viviendo allí a la condesa hasta que falleciera. Una vez muerta, la finca pasaría a manos municipales. Pero ella puso una condición: que se respetaran sus jardines y se permitiera el libre acceso a los ciudadanos. Finalmente, la noble falleció en octubre y el Consistorio ya ha entrado en la propiedad para hacer inventario.

"La finca ha pasado a ser parte del patrimonio municipal del Ayuntamiento. Se ha hecho valer el convenio", se limita a decir un representante de la Fundación Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno y de la sociedad Inversiones Tirema, cuya presidenta y administradora era la condesa. Según el Registro Mercantil, la sociedad se dedica a la promoción inmobiliaria, las actividades hoteleras y las explotaciones agrícolas y ganaderas.

"Los 184.486 metros cuadrados de la finca están calificados de zona verde singular. Su destino, contemplado en el convenio, es abrirla al público", añaden fuentes del área municipal de Urbanismo. Así pues, el Ayuntamiento está realizando las gestiones para convertir la finca en parque público. Cuando esté habilitado, se contará entre las diez mayores zonas verdes de la ciudad, con más extensión que algunos parques históricos como El Capricho, Fuente del Berro o la vecina Quinta de los Molinos. De hecho, estos tres parques municipales han seguido caminos similares a lo ocurrido con Torre Arias: estas zonas también eran propiedad de nobles y acabaron siendo cedidos o comprados por el Ayuntamiento.

Todavía no hay fecha para su apertura pública, aunque se prevé que sea en breve. De momento, el Consistorio tampoco tiene un plan concreto de usos para el edificio principal. En el abanico de posibilidades entran desde su aprovechamiento como espacio cultural o sala de exposiciones, o su uso como sede administrativa. Sin embargo, para los expertos como el historiador Aparisi, lo importante es que se mantenga su valor como zona verde: "Es una buena noticia que se lo haya quedado el Ayuntamiento. Ahora lo que interesa es que no se hagan allí rascacielos ni viviendas. Ni siquiera es necesario que rehabilite el edificio; en estos momentos sería muy costoso y lo realmente valioso es el jardín. Que el Ayuntamiento tenga la sensatez de mantenerlo como está".