Demócratas y republicanos no logran evitar los recortes, que entran en vigor este viernes

Imagen de archivo de la Casa Blanca.
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AGENCIAS
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La Casa Blanca y los republicanos se culparon mutuamente, este jueves , de la falta de avances para impedir los recortes del gasto público que deben entrar en vigor este viernes, mientras en el Senado no prosperó ninguno de los dos proyectos presentados por los partidos.

En vísperas del plazo para que se comiencen a aplicar los recortes y de una reunión en la Casa Blanca entre el presidente Barack Obama y los principales líderes del Congreso para intentar evitarlos, las posturas continuaban muy enfrentadas y hay poco optimismo sobre la posibilidad de un acuerdo.

El Congreso concluyó sus actividades de esta semana sin aprobar una medida que evite los recortes de 85.000 millones para el año fiscal 2013 para toda la burocracia federal, buena parte de éstos en materia de defensa. Sin embargo, el presidente Obama tiene previsto reunirse este viernes con los principales líderes demócratas y republicanos de ambas cámaras del Congreso para tratar de lograr una solución consensuada.

La Casa Blanca amenaza con vetar el proyecto de ley patrocinado por senadores republicanos sobre los recortes automáticos. Esa medida, patrocinada por los republicanos Pat Toomey y James Inhofe, pretendía dejar en pie las reducciones presupuestarias y dar al Gobierno la facultad de decidir cómo y dónde aplicarlos, pero no logró los 60 votos necesarios para pasar a ser considerada en el Senado.

El Gobierno "se opone firmemente" a esa medida porque protege "las lagunas fiscales" que benefician a los ciudadanos más ricos, subrayó la Casa Blanca en un comunicado.

Republicanos y demócratas acordaron en 2011 esos recortes para forzar un pacto de largo alcance sobre la reducción del elevado déficit público - superior al 8% en 2012- que todavía no ha llegado.

El principal escollo en las negociaciones está en que los republicanos consideran que el gasto del Gobierno es excesivo y hay que recortarlo más, mientras los demócratas persiguen una reforma fiscal para aumentar los ingresos del Estado a la que los conservadores se oponen.

Dónde recortar

Los demócratas y los republicanos están totalmente de acuerdo en que hay que imponer disciplina en el gasto del Gobierno Federal para reducir el déficit y aliviar la carga de la deuda. La disputa que hoy tuvo al país al borde de otra crisis no es sobre la reducción de gastos sino sobre cuáles gastos serán reducidos.

El presupuesto del Gobierno Federal contiene dos tipos de gastos: los compromisos o "gastos obligatorios", y los "gastos discrecionales" por los cuales que cada año pelean el Congreso y el poder Ejecutivo.

  • Jubilaciones: Uno de los gastos obligatorios mayores es el programa de Seguridad Social (jubilaciones), que requiere el 22% de los recursos del gobierno federal.
    Creado en la década de 1930, cuando la expectativa de vida era de 57 años, la Seguridad Social se ha ido tornando en una carga cada vez más pesada a medida que se extiende la expectativa de vida y llegan a la edad de jubilarse los nacidos entre 1946 a 1964, cuando hubo una explosión demográfica.
  • Salud: El Departamento de Salud y Servicios Humanos se lleva alrededor del 23% del gasto federal y casi el 90% de sus fondos están comprometidos en programas como Medicare (subsidios de gastos médicos para ancianos), y Medicaid (subsidios de gastos médicos para los pobres).
    Medicare es, al igual que el Seguro Social, políticamente intocable: los estadounidenses creen que el "contrato social" básico de su nación incluye que al final de la vida tienen derecho a recibir los beneficios para los cuales contribuyeron cuando trabajaban.
  • Assitencia social: Estos y otros programas de asistencia social fueron instituidos por los demócratas, que se resisten a recortarlos. Los republicanos, que los ven como instrumentos de estatismo y socialización, quisieran reducirlos.
  • Intereses de la deuda: El pago de intereses de la deuda nacional -que suma unos 16 billones de dólares y equivale a más del 100 % del producto interior bruto- se lleva entre el 7 y el 9 %. El pago de las deudas y otras obligaciones, como los subsidios prometidos a los agricultores, absorben un 13 % adicional.
  • Defensa: El Pentágono, al término de una década de guerras, tiene asignado casi el 19 % del presupuesto Federal, pero sólo alrededor del 10 % de ese dinero es "gasto obligatorio". Lo cual deja una ancha tajada para reducciones, según lo ven los demócratas. Y cualquier recorte del gasto militar es anatema para los republicanos.
  • Otros gastos: Sólo el 17 % del presupuesto de gastos del Gobierno Federal de EE UU es gasto discrecional, y casi todo ello blanco de las ansias ahorristas de los conservadores y los republicanos.
    En esta lista se incluyen los sectores de educación, vivienda y desarrollo urbano, diplomacia y ayuda externa, energía, ambiente, ciencias, justicia, exploración espacial, transporte, defensa de los parques nacionales, comercio y la promoción de pequeñas empresas.

Afectará a visados

El Departamento de Estado advierte de que los inminentes recortes ponen en peligro una amplia gama de servicios consulares, incluyendo la emisión de visas de turismo que, a su vez, afectan a la economía estadounidense.

"Calculamos que por cada 65 visitantes a Estados Unidos, eso crea un empleo estadounidense. Obviamente los recortes tienen un impacto más amplio en nuestra capacidad en todos nuestros puestos y operaciones... desde luego, los recortes podrían tener un impacto", aseguró un portavoz del Departamento de Estado, Patrick Ventrell.

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