La exgerente del Consorcio para el Desarrollo Económico de Baleares (CDEIB), Antonia Ordinas, ha achacado este martes al exconseller balear de Comercio, el popular Josep Juan Cardona, la trama corrupta en ese organismo y ha afirmado que su orden directa era: "A más trabajo realizado, más comisión".

En un minucioso interrogatorio de cuatro horas, al que la acusada ha querido responder de pie, el fiscal anticorrupción Pedro Horrach le ha preguntado empresa por empresa, estudio por estudio y casi factura por factura, y la exgerente ha relatado cómo funcionaba esta trama a la que se atribuye el desvío de 8,27 millones de euros de fondos públicos en la legislatura 2003-2007, cuando Jaume Matas era presidente de la comunidad balear.

"El objetivo no era trabajar bien, honesta y transparentemente, sino que obedecía a intereses no lícitos de los cuales yo desde el primer momento me he declarado culpable; no puedo defender algo que no tiene defensa", ha afirmado.

Ha relatado que se adjudicaban trabajos de forma directa a empresas para cobrar comisiones del 40% que se repartían entre el exconseller, el ex director general de Promoción Industrial Kurt Viaene y ella misma.

Kurt Viaene también señaló este lunes a Cardona al reconocer ante el juez que había pagado hasta 100.000 euros al exconseller.

Se crearon empresas para nutrirlas de dinero, se encargaron trabajos por duplicado a los que no se dio ninguna utilidad y se engordaron facturas hasta en un 70%, según ha comentado.

Cardona "era el presidente y conocía perfectamente el menor detalle, es una persona meticulosa y muy controladora, con pleno conocimiento de la A a la Z de todo", ha declarado Ordinas.

El fiscal le ha recordado a Ordinas que Cardona, en las declaraciones judiciales que realizó, se describe a sí mismo como una mera figura decorativa, a lo que la exgerente del CDEIB ha replicado: "No se movía una hoja sin que él lo supiera".

Sobre su propio papel en la trama, Ordinas ha dicho que ejecutaba las órdenes de Cardona y Viaene, elaboraba los expedientes, hacía el pago y comprobaba que los trabajos se hacían sin entrar a evaluar su utilidad.

"Mi trabajo —ha dicho— consistía en ejecutar las órdenes: 'este trabajo por este importe' y eso iba a misa. Lo que yo pudiera decir era cumplir a rajatabla", aunque ha reconocido que podría haber respondido: "No quiero seguir y me voy por la puerta, que hubiera sido una buena decisión".

Entre los trabajos pagados por el CDEIB figuran un informe sobre Vietnam, una guía de California copiada, otra con fotos sacadas de internet, un análisis sobre los clúster vascos y hasta dos estudios que repitieron y facturaron a dos empresas distintas.

El CDEIB abonó también los viajes del exconseller acompañado de "todo un séquito", las habitaciones de hotel solo para Cardona de 2.000 euros la noche, o la estancia en China varios meses de un consultor, Arnaldus Mateo Van den Hurk.

Además, se contrató como traductora y cantante a la pareja sentimental de Ordinas, Isabel Rosselló, que creó una empresa intermediaria, Gabinete Alays, para facturar al CDEIB.

Los empresarios acudían al CDEIB dos o tres veces al año para pagar las comisiones en sobres en efectivo que a veces se ocultaban en revistas por discreción, dado que las oficinas de este organismo tenían paredes de cristal.

También ha revelado que llegaron a pagarse 25.000 euros a un chófer que chantajeaba con la publicación de unas fotografías comprometedoras para el conseller Cardona. Por orden del conseller a través de Kurt, la factura "se vistió para pagar ese chantaje", ha afirmado Ordinas.