El británico Chris Froome, líder del Tour de Romandía (Suiza) desde el prólogo, sentenció la carrera con un ataque en la etapa reina que le dio el segundo puesto, tras el esloveno Simon Spilak, y una renta de 1:03 sobre el grupo de favoritos.

Con cuatro puertos de primera, la cuarta etapa, de 188,5 kilómetros entre Marly y Les Diablerets, era la clave de la carrera suiza y, a falta de la contrarreloj del domingo, de 18,7 kilómetros en Ginebra, Froome ha obtenido una ventaja suficiente como para afrontar con tranquilidad la última etapa.

La nieve en el Col de la Croix llevó a los organizadores a sustituirlo por el ascenso, mucho menos duro, a Les Mosses, a 8 kilómetros de la llegada.

Froome se había quedado sin equipo en el último ascenso, pero tuvo fuerzas para marcharse por delante en busca de Spilak, que había atacado cuesta arriba. Se entendió perfectamente con el esloveno mientras por detrás el grupo perseguidor con Alejandro Valverde no encontró consenso para repartirse el trabajo de caza, de forma que la ventaja de los fugados fue creciendo hasta el final.

Froome premió a Spilak con la victoria de etapa, y el grupo perseguidor llegó a 1:03 encabezado por el portugués Rui Costa y el español Alejandro Valverde, ambos del Movistar.

En la general, Froome tiene ahora una renta de 47 segundos sobre el propio Spilak y 1:21 sobre Rui Costa.