Los indignados brasileños derriban la puerta de la sede del Gobierno de Sao Paulo

  • Protestas contra los costosas inversiones hechas por el Gobierno brasileño para organizar eventos deportivos como el Mundial.
  • Unas 65.000 personas marchan en Sao Paulo, y 100.000 en Río.
  • Las protestas en Brasilia forman parte de las convocadas para este lunes en varias ciudades de Brasil contra el alza de las tarifas de transporte público.
  • Roussef dice que las manifestaciones son "legítimas".
  • Los 'indignados' brasileños despiertan en plena Copa Confederaciones.
Cientos de manifestantes invaden temporalmente uno de los tejados bajos del Congreso en Brasilia (Brasil), durante una de las protestas celebradas por todo el país el 17 de junio de 2013.
Cientos de manifestantes invaden temporalmente uno de los tejados bajos del Congreso  en Brasilia (Brasil), durante una de las protestas celebradas por todo el país el 17 de junio de 2013.
EFE/ Fábio Rodrigues Pozzebom / ABr
Cientos de manifestantes invaden temporalmente uno de los tejados bajos del Congreso en Brasilia (Brasil), durante una de las protestas celebradas por todo el país el 17 de junio de 2013.

Las manifestaciones que comenzaron la semana pasada en Sao Paulo contra el reajuste de las tarifas de transporte público se extendieron este lunes a al menos veinte ciudades del país con reivindicaciones cada vez más variadas y un número de "indignados" incrementado en las calles.

Al menos 100.000 personas marcharon en la noche de este lunes por la principal avenida del centro de Río de Janeiro y unas 65.000 lo hicieron por diferentes avenidas de Sao Paulo, en manifestaciones que se repitieron en ciudades como Brasilia, Belo Horizonte, Porto Alegre, Salvador, Belén, Vitoria y Curitiba, entre otras grandes capitales regionales.

Las autoridades habían ordenado a la policía que no reprimiese a los manifestantes para evitar batallas campales con numerosos heridos y detenidos como la del pasado jueves en Sao Paulo, pero eso no impidió algunos incidentes protagonizados por grupos aislados.

Cientos de manifestantes que protestan en Brasilia contra los costosas inversiones hechas por el Gobierno brasileño para organizar eventos deportivos como el Mundial de fútbol de 2014 ocuparon este lunes temporalmente las rampas de acceso al Congreso, así como el tejado de la sede del Legislativo. Los medios brasileños hablan de tres detenidos en Brasília, en una noche de protestas por todo el país.

En Sao Paulo, un grupo de manifestantes derribó una de las puertas del Palacio de los Bandeirantes, la sede del Gobierno, al final de una jornada de protestas en todo el país por el alza del precio del transporte público y otras reivindicaciones. La Policía militar reaccionó con bombas de gas lacrimógeno e impidió la entrada de los manifestantes, según informes preliminares.

Los participantes en la protesta hicieron una fogata frente a una de las puertas y pintaron grafiti en algunas paredes. Fueron actos aislados de violencia tras una manifestación que recorrió varias áreas de Sao Paulo.

Los manifestantes, ante la decisión de la policía de no intervenir, invadieron temporalmente uno de los tejados bajos del Congreso, del cual descendieron tras dialogar con las autoridades.

Al contrario de lo que ocurrió la semana pasada, la policía siguió de lejos las protestas, para que no se repitieran los enfrentamientos del pasado jueves en Sao Paulo, cuando decenas de personas resultaron heridas, entre ellas varios periodistas.

Una de las quejas de los manifestantes fue el alto gasto de Brasil para la Copa Confederaciones, un torneo que reúne a ocho selecciones del mundo desde el pasado sábado, y del Mundial del próximo año.

"El gobierno gasta miles de millones en estadios y deja de lado la salud", opinó Raúl Mello, de 22 años, un estudiante de la Universidad de Sao Paulo, en declaraciones durante la protesta.

Los manifestantes atravesaron los cordones de aislamiento que había montado la policía para que las protestas no se acercaran al Congreso y ocuparon en forma masiva el tejado de la histórica edificación diseñada por el arquitecto Oscar Niemeyer.

Las protestas en Brasilia forman parte de las convocadas para este lunes en varias ciudades de Brasil contra el alza de las tarifas de transporte público y las inversiones que el Gobierno hizo para construir costosos estadios para la Copa Confederaciones, que comenzó el sábado, y el Mundial del próximo año.

Protestas "legítimas", según Rousseff

La presidenta Dilma Rousseff, según un portavoz oficial, calificó las manifestaciones de "legítimas y propias de la democracia", así como algo "propio de los jóvenes".

"La presidenta Dilma Rousseff considera que las manifestaciones pacíficas son legítimas y propias de la democracia", afirmó la ministra de la Secretaría de Comunicación Social de la Presidencia, Helena Chagas, en declaraciones a periodistas para dar a conocer la posición de la mandataria sobre las protestas.

De acuerdo con Chagas, la jefe de Estado considera que "es propio de los jóvenes manifestarse".

El secretario general de la Presidencia, Gilberto Carvalho, anunció que el Gobierno quiere dialogar con los organizadores de las protestas para conocer las "reivindicaciones importantes" que han llevado a tantas personas a manifestarse.

Más de diez días sin tregua

Las protestas de la semana pasada contra la subida de los pasajes de autobuses en varias ciudades, principalmente en Sao Paulo, desencadenaron manifestaciones aún más masivas en un mayor número de ciudades y por diferentes motivos.

Los ya llamados "indignados" brasileños exigen principalmente mejores servicios públicos y mayores inversiones en educación, salud y saneamiento, así como combate a la corrupción y al despilfarro de recursos públicos.

La mayoría de los manifestantes defienden las marchas pacíficas y sin provocaciones, para evitar batallas campales con decenas de heridos y detenidos como las del pasado jueves en Sao Paulo y la del sábado en Brasilia.

Brasil es un país con bajo desempleo, que ha tenido un alto crecimiento en los últimos años, aunque en 2012 su economía avanzó tan solo un 0,9% y el esperado repunte este año ha sido más débil que lo esperado.

Al mismo tiempo, la inflación, que una encuesta de expertos del Banco Central pronosticó hoy que llegará al 5,8 % este año, es una causa de ansiedad para la población.

Masivas y pacíficas

También hubo grandes concentraciones en Sao Paulo por varios de los puntos más emblemáticos de la ciudad en las que miles de personas marcharon con pancartas sin que hubiera ningún enfrentamiento.

Los organizadores informaron de que se habían convocado actos en una veintena de ciudades en el país.

En la tarde de este lunes una gran masa de manifestantes bloqueó algunas vías del centro de Belo Horizonte y se dirigió al estadio Mineirao, que acogía el partido de la Copa Confederaciones entre Nigeria y Tahití, pero fueron impedidos de acercarse.

Donde sí ha habido actos vandálicos, según los medios brasileños fue en las manifestaciones de Río de Janeiro y en Porto Alegre, donde sí fue convocada la 'Tropa de Choque' (antidisturbios) que dispersó a los manifestantes con gas lacrimógeno. Los actos vandálicos fueron "minoritarios", según la red Globo.

Las manifestaciones comenzaron hace una semana incitadas por el Movimiento Pase Libre, que a través de las redes sociales ha recibido apoyo de decenas de ciudades y también de brasileños que residen en otros países.

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