En Irlanda ya ha ocurrido. Ha habido que derribar viviendas acabadas o a medio hacer; promociones enteras. Y en España, ¿tiene previsto la Sareb demoler casas? No hay planes para hacerlo, pero tampoco se descarta.

El 'banco malo' ha tenido que salir al paso de las informaciones. Hace unos días, en un reportaje de Bloomberg, Daniel Anka, presidente de Anka Demoliciones y vicepresidente de la Asociación Española de Empresarios de Demolición (AEDED), aseguraba que la Sareb podría comenzar a demoler edificios a partir de septiembre.

Al respecto, fuentes de la Sociedad de Gestión de Activos Inmobiliarios procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) aseguran que hasta la fecha "no hay ninguna decisión de demolición tomada". Lo que parece indicar que, efectivamente, es una opción que no se descarta.

Lo que sí confirma el 'banco malo' es parar las obras de 150 de las 650 promociones inmobiliarias en curso que tiene en cartera a la espera de que en un futuro puedan retomarse y puedan ser más rentables.

Fuentes de la Sareb explican a Europa Press que "no se planea demoler ninguna vivienda terminada" y que, en todo caso, "podrían demolerse obras con muy poco grado de avance, muy incipientes, que, con el paso del tiempo supongan un riesgo para la seguridad de las personas o que se encuentren en situación de infracción urbanística".

Para el resto de las promociones, la Sareb cuenta con un margen de 15 años para desarrollarlas y comercializarlas. Y en ello está. Hasta julio ha vendido 1.800 inmuebles, logrando 900 millones de euros de ingresos brutos.

Demoler viviendas es una práctica que el banco malo de Irlanda ya tuvo que ordenar. Desde 2010, cuando el país solicitó su rescate a la Unión Europea, comenzó a destruir edificios vacíos y sin terminar.

Hay dos diferencias entre el caso irlandés y el español. En Irlanda ya ha habido demoliciones, pero en Irlanda el precio de la vivienda ya ha caído el 50%, mientras que en España aún no se ha sobrepasado (de media) el 35%.