Las autoridades rusas han tomado cartas en el asunto tras el asesinato de un joven ruso y los posteriores disturbios racistas que provocó. Por un lado, la policía ha arrestado al menos 380 personas de los manifestantes, entre mil y tres mil, que protestaron en el sur de Moscú para exigir la detención de un inmigrante por la muerte del jóven. Por otro, ha lanzado una redada masiva en ese mismo barrio que ha terminado con 1.200 personas en comisaría, para ver si tenían la documentación en regla.

La chispa que ha provocó esta escalada tuvo lugar la pasada madrugada del jueves al viernes en Biryulevo. Un joven de 25 años de edad, volvía a casa con su novia cuando fue apuñalado hasta la muerte. El asesinato fue grabado por cámaras de seguridad y medios rusos y la novia del fallecido informaron de que el supuesto asesino se trataba de un inmigrante del Cáucaso.

Entre mil y tres mil personas participaron este domingo en una protesta en el sur de Moscú para exigir la detención de un inmigrante por haber matado presuntamente a un joven ruso, según informa la agencia oficial de noticias rusa, RIA Novosti.

Los participantes en la protesta, que se ha saldado con al menos 380 detenidos, arrasaron a golpes y lanzaron bombas de humo en un centro comercial que emplea a varios inmigrantes y se enfrentaron con las fuerzas de seguridad cuando intentaban dispersar la concentración.

Según la policía moscovita, todos los detenidos figuran de momento como testigos en el caso por gamberrismo abierto por las autoridades con motivo de lo sucesos en Biryuliovo, en los que resultaron heridas una veintena de personas, ocho de las cuales tuvieron que ser hospitalizadas.

Los participantes en los disturbios atacaron un centro comercial y un mercado de abastos en busca de inmigrantes. Imágenes de la protesta recogidas en YouTube muestran a varios centenares de personas entrando en el centro comercial a los gritos de "¡Poder blanco"! y "¡Adelante, Rusia!".

"Todos los provocadores y participantes activos en estos sucesos deben ser identificados y llevados ante la justicia", afirmó el ministro del Interior ruso, Vladimir Kolokóltsev, en una reunión de urgencia con jefes policiales moscovitas, según el portal digital de noticias Newsru.com.

La policía lanzó este lunes una redada masiva contra inmigrantes en el distrito Biryulovo del suroeste de Moscú, donde ayer tuvieron lugar graves disturbios protagonizados por rusos locales.

Según informan los medios rusos, la policía entró en la central de abastos del barrio para realizar una "redada profiláctica" y trasladó a 1.200 personas a comisaría para comprobar si tenían sus papeles en regla.

La protesta de este domingo un ejemplo de la constante tensión entre ciudadanos de etnia rusa, e inmigrantes procedentes del Cáucaso y Asia Central. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, solicitó a principios de mes un incremento de los trabajadores en el ámbito de la construcción pero, en un gesto a favor del sentimiento anti-inmigración, insinuó que podría restringir la entrada de trabajadores extranjeros en otros sectores.