El triunfo de la novela romántica: mejores portadas, menos sexismo y mujeres más fuertes

  • La comedia romántica, amor y diversión, es la tendencia actual del género.
  • Tras '50 sombras de Grey', la novela rosa se ha situado entre las más exitosas.
  • El papel de la mujer y las portadas: claves del éxito.
Novela romántica: una opción en auge
Novela romántica: una opción en auge
JORGE PARÍS
Novela romántica: una opción en auge

Igual que una película de sobremesa dominguera, el fin de la novela romántica es más o menos el mismo: distracción sin pedir grandes dosis de calidad. Lo que importa en el telefilme con el que uno se acurruca y se deja llevar unas horas es lo mismo que en la novela rosa: entretenimiento sin más, una trama que enganche.

"Lo fundamental es que te atrape, que sea una historia de amor y que termine bien", asegura Esther Escoriza, editora de Esencia (Planeta), uno de los sellos fundamentales del género. "Es novela de género y la calidad no es lo fundamental", señala. Hay cosas que nunca cambian, aunque en esta clase de historias el rumbo comercial ha dado un poderoso giro.

Esta experta en el terreno no teme decir que Cincuenta sombras de Grey marcó un antes y un después en el género romántico, que es al que pertenece la trilogía de E. L. James. Por encima de su erotismo está su romanticismo. En Grey lo fundamental es la historia de amor entre los protagonistas, y eso mismo ha sucedido en muchas otras historias románticas. De hecho, y así lo asegura la autora Merche Diolch, hay muchas novelas románticas anteriores a Grey en las que el sexo es mayor. "El primer beso en Grey es en la página 100 y eso nunca se daría en una novela realmente erótica", afirma convencida. La romántica reclama como suya esa aparentemente novedosa novela erótica, porque en es una historia de amor, aunque en ese amor haya sexo.

"Sería ridículo no reconocer que la novela romántica era antes un 'nicho': no salíamos del 3 o 4% de lectores", indica. El editor de la nueva Gram Nexo (editorial romántica) afirma que un 55% lee este tipo de novela, y al mirar los informes de Nielsen sobre los libros más vendidos en 2013 Cincuenta sombras de Grey encabeza la lista.

Da idea del cambio que ha dado el hecho que relata Diolch cuando nadie quería cederles, hace cinco años, un lugar para el encuentro: "Era decir novela romántica y cerrarse las puertas, así que tuvimos que hacer el primer encuentro de novela romántica en un local de música heavy".

Las portadas: un cambio fundamental

"Las portadas han tenido mucho que ver en este boom de la romántica: ahora son elegantes, sugerentes, mucho menos explícitas" señala Escoriza. Se acabaron esas imágenes de escoceses (que tanto éxito han tenido) o hombres con el pecho descubierto o aún peor: ésas en las que la mujer aparecía retratada en una pose sumisa (algunas, con bofetada incluida, serían hasta denunciables hoy en día).

Ahora son sugerentes y nada explícitas, con mucho fondo negro y algún detalle como una corbata, una manzana o una flor. "Tienen algo que hace que no sientas vergüenza cuando vas en el metro leyendo" dice Escoriza. Se acabó tener que forrar las portadas para ocultar esas imágenes que hasta hace muy poco seguían protagonizando estos libros.

Desde Megan Maxwell, una autora que con su trilogía Pídeme lo que quieras se ha convertido en una superventas pero que llevaba años escribiendo romántica histórica, hasta Noe Casado (En tus brazos) que ha escrito también desde siempre romántica erótica, pasando por las exitosas Jodi Ellen Malpas (Sedúceme). M.C. Andrews (Todos los días), Mariel Ruggieri (Entrégate) o Silvia Day (El calor de la noche),  el género goza de una magnífica salud, y en territorio nacional el asunto no es menor, aunque despisten los nombres anglosajones con los que la mayoría firman sus obras.

Apenas unas pocas usan su verdadero nombre: Marta de Andrés, Loles López o Noe Casado.  Victoria Holt, Julia London, Danielle Steel o Corín Tellado siguen siendo las autoras clásicas de este género.

"No sé si es tanto por pudor, que en algunos casos sí, como porque parece que tienen más éxito si firman con un nombre anglosajón" señala el editor de Gram Nexo Francs Gori, que además cuenta algo que contradice la opinión general sobre los requisitos indispensables de esta narrativa: "Hay ya algunas que no acaban bien y eso es novedoso". Aquí Escoriza es radical: "Yo no contemplo una novela romántica que acabe mal salvo que sea porque vaya a seguir con una segunda parte. Las dos normas de toda novela romántica son: el final feliz y que sea sobre todo una historia de amor. Puede tener algo paranormal o misterioso, pero eso es accesorio, lo fundamental es la historia de amor".

El papel de la mujer: la otra llave

No sólo las portadas han cambiado y con ello ha habido un importante giro que explica el éxito de la romántica, también la mujer y su papel. Ahora son fuertes, independientes, incluso en ocasiones ellas son las que salvan al hombre, dice Merche Diolch autora de novela romántica y creadora del Encuentro de Novela Romántica que se celebra el 7 y 8 de febrero en Madrid: YoLeoRa y en el que estarán editoras y autoras de primera fila, como Jodi Ellen Malpas. Una más de las bautizadas como reina de la novela erótica, pero que nadie se lleve a engaño: este tipo de erótica es en realidad un subgénero de la novela romántica.

Ellos no han evolucionado tanto, y aquí hay acuerdo entre todas las partes. El prototipo, según Diolch en un 90% de los casos, es el fallecido actor Paul Walker. En la autoría sucede algo muy parecido a la lectura: siguen siendo escasos los hombres que firman estas novelas en colecciones con la etiqueta Romántica (al igual que en sus lecturas).

En Gram Nexo no hay un solo autor en la primera colección y sólo uno en la segunda. En Esencia el único escritor es Sylvain Reinard, autor de El infierno de Gabriel. Dejan caer algunos de los expertos consultados que no escriben desde la misma sensibilidad ellos que ellas en este terreno, incluso hay quien afirma que el hombre suele tender más a lo pornográfico. Y aún más: parece que algunas mujeres no las leen si están firmadas por un hombre.

El presente: nuevo escenario

Es parte de lo nuevo: el escenario en el que se desarrollan estas novelas ha dejado de ser el pasado para tomar el presente. Cada vez es más frecuente que se ubiquen en el momento actual. "La comedia romántica ubicada en el presente es lo que triunfa" asegura Escoriza, "la chick-lit o la protagonizada por vampiros están en decadencia" afirma. Adiós al vampiro... Lo que impera es fruto de la necesidad de evasión y que no sea, como ocurría en el chick-lit con historias de millonarios y millonarias en un mundo que desde luego hoy es casi insultante para la mayoría.

Tal es el alcance del presente en este género que hasta hay algún ejemplo de novela romántica de crisis: "Noelia Amarillo, en Quédate a mi lado" cuenta Diolch, "habla de la crisis. El protagonista es un mendigo que va buscando trabajo y son las mujeres las que lo salvan". Eso sí: la historia de amor es lo fundamental y la tendencia es la sonrisa, la diversión, esto es: la comedia romántica.

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