De visita en un centro de tratamiento de diabetes en los Emiratos Árabes Unidos, al Príncipe Carlos, activista por la alimentación saludable, le ha preguntado a una nutricionista local si su país no había considerado la posibilidad de "prohibir los McDonalds", agregando "esa es la clave".

Estos comentarios del heredero a la corona británica llegan en un momento en el que la opinión pública inglesa está particularmente sensibilizada con la noticia de Connor Mc Creddie, un niño que con sólo 8 años ha llegado a pesar 89 kilos.

Carlos de Inglaterra no sólo ha hecho estos comentarios, sino que desde la Casa Real británica no han sido desmentidos, ni siquiera matizados.

"El Príncipe Carlos ha advertido desde hace mucho de la importancia de una dieta equilibrada, especialmente en el caso de los niños", señalaron desde la residencia real, según declaraciones recogidas por El Mundo. "En su visita ha querido enfatizar la necesidad de que los más pequeños coman de forma variada y nunca en exceso".

Este palo llega para la multinacional estadounidense de 'comida basura' después de que la empresa intentara quitarle hierro a las declaraciones reales: "Seguro que se trata de unas declaraciones hechas a la ligera".

Pero tras la confirmación de la Casa Real no parece que así fueran.