El incendio hoy de un Boeing 7474-400 que transportaba 140 personas en Indonesia se ha debido a un violento aterrizaje, según declaraciones de los supervivientes del accidente, en el que han fallecido 49 personas, según los primeros recuentos aeroportuarios.
Otras 92 personas han sido rescatadas, una de las cuales ha muerto a causa de las heridas, conforme a esas mismas fuentes.
El fuego se desató en el aparato de la aerolínea estatal Garuda sobre las 07.08 hora local (01.08 hora española) en el aeropuerto de Yogyakarta (Java Oriental) al realizar un aterrizaje muy violento, según el relato de varios supervivientes al diario digital Kompas.
Handoko Sindunata, quien logró salir del aparato mientras este ardía, declaró que la rueda trasera izquierda de la nave golpeó la pista con violencia antes de que éste volviera a elevarse para luego chocar de nuevo abruptamente contra el suelo, esta vez con la rueda derecha.
Sindunata dijo que finalmente la rueda delantera se apoyó sobre el cemento y estabilizó el aparato, cuyo lateral derecho empezó en esos momentos a arder.
El testigo explicó que el Boeing no pudo frenar, se salió de la pista de aterrizaje, chocó contra una valla de aproximadamente un metro y medio de alto y, finalmente, fue a parar a un arrozal vecino al aeropuerto.
La puerta de emergencia en la sección central del avión se abrió entonces y decenas de pasajeros escaparon del aparato mientras las llamas lo consumían.
Al parecer, el incendio pudo haberse provocado al romperse el depósito de gasolina y saltar chispas con el violento aterrizaje.
Un denso humo negro cubrió la nave y el pánico cundió entre los pasajeros y la tripulación, que se abalanzaron hacia las salidas de emergencia, según Sindunata.
Condiciones propicias para volar
Cuando se produjo el accidente las condiciones meteorológicas eran buenas, una mañana soleada y sin fuertes vientos.
Pujobroto, portavoz de la aerolínea Garuda, compareció ante los medios en Yakarta para confirmar que el Boing accidentado "estaba en condiciones apropiadas para volar".
Según Pujobroto el aparato había pasado por última vez los controles rutinarios el 7 de febrero en la ciudad de Denpasar, capital de la isla de Bali, y los resultados indicaban que estaba en perfectas condiciones.
El presidente de Indonesia, Susilo Bambang Yudhoyono, ha ordenado una investigación completa de las causas del suceso, incluida la posibilidad de sabotaje.
El accidente será investigado por miembros del Comité Nacional de Seguridad en el Transporte.
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