A la dieta de los niños pequeños españoles le falta hierro, ácidos omega3 y vitamina D

  • La dieta no es tan equilibrada como sería deseable en una etapa fundamental para el crecimiento y la maduración neurológica.
  • Un 100% de los niños españoles no alcanzan las recomendaciones de vitamina D; un 64% las de hierro; y un 40% las de ácido fólico.
  • El 96% toma más de lo recomendado de grasas saturadas y azúcares.
  • El niño debe ganar de 2 a 2,5 kilos al año: si es más hay que controlarlo.
Es importante una alimentación adecuada para el crecimiento.
Es importante una alimentación adecuada para el crecimiento.
Toni Garriga /EFE
Es importante una alimentación adecuada para el crecimiento.

Un reciente estudio de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria refleja que la dieta de los niños europeos entre 1 y 4 años no es tan equilibrada como sería deseable en una etapa que es fundamental para el crecimiento y la maduración neurológica. En concreto, no alcanzan las ingestas recomendadas de nutrientes esenciales como el hierro, la vitamina D y los ácidos grasos poliinsaturados (omega3).

Otro estudio asegura que un 100% de los niños españoles no alcanzan las recomendaciones de vitamina D; un 64% las de hierro; y un 40% las de ácido fólico para su edad y sexo. Esta investigación se enmarca en el Proyecto Europeo Nutrimenthe que en los últimos años ha estudiado a más de 25.000 niños con el objetivo de investigar el efecto de la nutrición precoz sobre el desarrollo neurológico y el rendimiento mental en la infancia.

Sin embargo, el 96% toma mayor cantidad de las recomendada de grasas saturadas y azúcares, así como de proteína de origen animal, por lo que la ingesta energética total es más alta. Así, las tasas de sobrepeso y obesidad de los niños españoles son superiores a las de otros niños de la Unión Europa.

Estos datos significan que los niños en sus primeros años toman poco pescado, en especial azul, que es el que aporta ácido graso omega3, y poca cantidad de alimentos ricos en hierro (hígado de ternera, carnes y pescados, huevos, hortalizas de hoja verde, legumbres….).

Cristina Campoy, profesora del Departamento de Pediatría en la Universidad de Granada y coordinadora del Proyecto Nutrimenthe explica que “los niños españoles toman más proteínas que los alemanes o húngaros y consumen una dieta más hipercalórica porque comen más volumen de alimento, y sin embargo somos el país donde no existe una ingesta adecuada para las recomendaciones de hierro a pesar de la ingesta de proteínas elevada”.

Hierro y vitamina D

“Hay que darles comidas con hierro de origen vegetal y animal, como los potajes de las abuelas. Y vitamina C que favorece la absorción del hierro. El hierro de origen animal se absorbe en un 25%, mientras que el vegetal solo en un 5%. Habría que combinar los alimentos de tal forma que favoreciéramos esa absorción: legumbre, un filetito y zumo de naranja”, recomienda Cristina Campoy.

Esta experta en endocrinología pediátrica y nutrición considera que acostumbrarlos al sabor del pescado desde pequeños es fundamental para que se beneficien de todas las propiedades nutricionales de este alimento, en especial de los ácidos omega 3 que aportan sobre todo los pescados azules.

Que el 100% de los niños españoles no lleguen a tomar las cantidades de vitamina D recomendadas es otro de los datos que llama la atención en un país como España que goza de muchas horas de sol, algo que ayuda a activar la vitamina D a través de la piel, aunque para eso es necesario ingerirla mediante los alimentos.

Durante el primer año de vida los niños deben consumir 400 UI de vitamina D y 600 UI a partir del segundo año. Los principales alimentos que aportan vitamina D son la leche, el huevo, el pescado, la fruta y la verdura.

La especialista advierte de que el consumo de leche de vaca debe hacerse en su justa medida para cubrir las necesidades de vitamina D y de calcio. Lo ideal son dos vasos de leche al día, no pasar de los 500 mililitros, ya que más cantidad podría interferir en la absorción de otros nutrientes. “Un niño no necesita tomar un litro de leche al día”, advierte Campoy.

Cuánta comida

La relación del niño con la comida tiene altibajos. “Llegan a los 18 meses comiendo una cantidad de comida bastante abundante que nos llama la atención porque a veces es, incluso, más grande que la de su padre. Después, el niño empieza a rechazar la comida, a ser más selectivo, muestra menos interés por los alimentos, menos apetito. Puede comer mucho de algunas comidas y muy poco de otras. El consumo calórico va a variar, algunos días alcanzará las recomendaciones y otros días no”, subraya la pediatra.

Es importante una alimentación adecuada para el crecimiento. Lo normal en esta etapa es ganar de 2 a 2,5 kilos al año. “Si gana más hay que controlarlo, ya que está consumiendo una dieta inadecuada o no hace todo el ejercicio que debe. Si gana menos peso puede afectar a su desarrollo. Son etapas, por tanto, complicadas”, señala la profesora.

Es fundamental, afirma Cristina Campoy, que los padres se mantengan firmes en una educación que inculque a los niños hábitos alimenticios equilibrados y, sobre todo, que intenten crean una situación de bienestar alrededor de la mesa donde todos juntos compartan alimentos y eviten generar problemas de rechazo o capricho por la comida.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento