El Parlamento palestino aprueba el Gobierno de unidad pactado por Al Fatah y Hamás

  • El gabinete fue aprobado por 84 de los 87 diputados presentes, con tres votos en contra y ninguna abstención.
  • Abás expresó la esperanza de que levanten el embargo que pesa sobre Palestina.
  • Israel ha dicho que no reconoce al nuevo Gobierno.
Mahmoud Abbas, hoy en Gaza (Abd Alhalim / Reuters)
Mahmoud Abbas, hoy en Gaza (Abd Alhalim / Reuters)
Abd Alhalim / Reuters
Mahmoud Abbas, hoy en Gaza (Abd Alhalim / Reuters)
El Parlamento palestino aprobó ayer, a mano alzada y casi por unanimidad, el gobierno de unidad nacional pactado por los nacionalista de Al Fatah y los islamistas de Hamás para superar tensiones internas y recobrar la confianza de la comunidad internacional.

El gabinete fue aprobado con el voto de 84 de los 87 diputados presentes en una sesión extraordinaria celebrada simultáneamente y mediante vídeo-conferencia en Ramala (Cisjordania) y en la ciudad de Gaza, pues Israel prohíbe la libre circulación de algunos legisladores.

Antes de la votación, el presidente palestino, Mahmud Abás, de Al Fatah, y el primer ministro Ismail Haniye, de Hamás, que acudieron a la sede de Gaza juntos y mostrando sus manos unidas, defendieron el gobierno de unidad que sustituirá al del Movimiento de Resistencia Islámica objeto de un boicot internacional.

Abás empezó su discurso apelando al "mundo a levantar el embargo".

Señaló que "este matrimonio de unidad nacional ha recibido una bienvenida árabe e internacional que esperamos se transforme en medidas políticas para acabar con el sitio".

El gobierno saliente que lideró Haniya fue objeto, desde su formación hace casi un año, de un boicot político y económico por no aceptar las condiciones del Cuarteto para Oriente Medio: reconocer a Israel y los acuerdos con ese país y renunciar a la violencia.

El nuevo gobierno, en cambio, ha sido acogido con cierta benevolencia por gran parte de los socios internacionales; varios países europeos lo han calificado de paso en la buena dirección y algunos han señalado su intención de tratar con los ministros que no sean de Hamás.

Incluso Washington se ha declarado dispuesto a tratar con el ministro de Finanzas, Salam Fayad, del Partido de la Tercera Vía.

Israel, sin embargo, se ha apresurado a decir que no no reconoce la legitimidad del gobierno y el viceprimer ministro, Simon Peres, ha pedido a sus socios que se mantengan firmes en exigir que se cumplan las condiciones del Cuarteto (la ONU, EEUU, la Unión Europea y Rusia).

Abás señaló, ante el Parlamento, que espera que los países árabes ayuden a convencer al resto de la comunidad internacional y hoy Egipto pidió el levantamiento del boicot.

Cumplir lo dicho por el Cuarteto

Las palabras pronunciadas hoy ante el Parlamento por Haniya indican cierta disposición a cumplir con el Cuarteto.

El gabinete, dijo, se esforzará ante todo por "establecer un estado independiente dentro de las fronteras anteriores a la ocupación israelí de 1967".

De esta manera expresó un reconocimiento implícito de Israel, al no reclamar territorios perdidos antes de la guerra de 1967.

Asimismo, reafirmó que el nuevo ejecutivo "respetará...los acuerdos firmados por la Organización para la Liberación de Palestina (OLP)", de la que no forma parte Hamás, lo que supone otro reconocimiento implícito de Israel.

Pero Israel insiste en un reconocimiento explícito y, sobre todo, exige una declaración de renuncia a la violencia que Haniye no ofreció, sino que insistió en condenar la ocupación israelí y en defender la legitimidad de combatirla.

"La resistencia, en todas sus formas, es un derecho legítimo del pueblo palestino... y sólo acabará cuando acabe la ocupación", dijo el primer ministro.

Hamás suele calificar los actos terroristas de resistencia.

No obstante, matizó que el nuevo gobierno se esforzará por ampliar el actual alto el fuego pactado con Israel para Gaza.

Abás, más conciliador

Abás, quien sí condenó la violencia "en todas sus formas" y es a quien corresponde, según los términos del programa de gobierno, continuar el diálogo con Israel, hizo varios ofrecimientos a los israelíes, mientras Haniya insistió más en las reclamaciones palestinas de derecho al retorno o libertad para sus presos.

Pero ambos recalcaron que el gobierno de unidad es una oportunidad de superar las divisiones y avanzar hacia la consecución de un estado palestino independiente.

"Hoy iniciamos una nueva fase en nuestra lucha nacional por establecer un estado independiente", dijo Abás.

Hoy iniciamos una nueva fase en nuestra lucha nacional por establecer un estado independiente

En el debate que siguió a los discursos, Saeb Erekat, el principal negociador con Israel, increpó a Haniya preguntándole cómo podía hablar de garantizar la seguridad cuando, por ejemplo, hay un periodista de la BBC cautivo en Gaza y ayer unos desconocidos trataron de secuestrar a un funcionario de la ONU.

Haniya contestó que la seguridad no sólo dependerá del Gobierno sino de la voluntad de todos los palestinos.

En los discursos tanto Abás como Haniya hablaron también mucho de la importancia de Jerusalén que será, dijo el presidente, la "joya de la corona de cualquier acuerdo de paz".

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