Tenso silencio en Villaverde

La Policía refuerza la presencia en el barrio ante los brotes xenófobos del miércoles por la muerte de un joven al que presuntamente acuchilló un dominicano.
Altar. Un joven, ayer, en el banco donde murió Manuel.
Altar. Un joven, ayer, en el banco donde murió Manuel.
Jorge París
Altar. Un joven, ayer, en el banco donde murió Manuel.
La tensa parsimonia de los agentes antidisturbios –gafas de cristales tintados, chicle entre los dientes, pelo engominado– desmiente la sensación de paraíso de la nomenclatura de las calles: Alianza, Generosidad, Felicidad, Dulzura, Unanimidad...

Villaverde era ayer un escenario de silencios. No es para menos. Desde la noche del sábado, el barrio ha vivido una sucesión de espantos: el tiroteo de una joven colombiana, el acuchillamiento de un muchacho español, el atropello de un policía nacional y un brote xenófobo durante la tarde noche del miércoles.

En el banco donde se desangró Manu González, el chico de 17 años al que supuestamente mató un dominicano de 19, han instalado un altar laico: velas, dibujos infantiles y mensajes con tanto corazón como escaso dominio de la ortografía: «Le hechastes valor y tubieron que acabar contigo sin valor». Bajo los muchos ramos de flores, un cartel del partido ultramontano Democracia Nacional, que el miércoles llevó al barrio su prédica racista, con agresiones, intentos de linchamiento y rotura de ventanales.

Utmande, 21 años, y Rachid, de 19, nacieron en Marruecos, pero que nadie se atreva a decirles que Villaverde no es su patria. «Aquí siempre hubo broncas, pero las normales.

Manu era un tipo tranquilo, hacía kickboxing. Los dominicanos van de chulos. Ése es el problema.», dicen.

«Todos revueltos»

Para Daniela, dominicana, de 38 años, la cosa no está tan clara. Reconoce que hay pandillas de «gente mala» en los parques y al otro lado de la nacional IV, en la cocina del infierno de San Cristóbal de los Ángeles, pero no hay pasaportes en la perversidad: «Son dominicanos, colombianos, ecuatorianos, marroquíes, gitanos y españoles. Están revueltos».

Daniela tiene miedo. El miércoles alguien la amenazó en perfecto acento madrileño: «Me dijeron que iban al pueblo a buscar las pistolas para matar a nuestros hijos».

Concentración vecinal

Las asociaciones de vecinos de Villaverde decidieron ayer convocar una concentración pacífica en homenaje a Manuel, el joven acuchillado presuntamente por un dominicano el lunes y en contra de los brotes xenófobos que este suceso ha generado en el distrito. La concentración se llevará a cabo previsiblemente el martes por las calles del barrio de Oroquieta.

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