El Estado Islámico y la reforma migratoria: a Obama se le atraganta la vuelta de vacaciones

  • El asesinato del periodista estadounidense Steven Sotloff trece días después del de su compatriota James Foley ha aumentado la presión sobre el presidente de EE UU.
  • Desde el Pentágono y diversos analistas señalan que, si de verdad Obama quiere destruir al EI, los ataques aéreos en Irak no bastan.
  • Por otro lado, este sábado ha decidido posponer y no tomar medidas ejecutivas sobre la reforma migratoria hasta después de las elecciones de noviembre.
  • Esto ha causado una "profunda decepción" entre los grupos que promueven la legalización de los inmigrantes.
Barack Obama, dirigiéndose a la prensa el pasado 18 de agosto en referencia a la situación actual en Irak.
Barack Obama, dirigiéndose a la prensa el pasado 18 de agosto en referencia a la situación actual en Irak.
GTRES
Barack Obama, dirigiéndose a la prensa el pasado 18 de agosto en referencia a la situación actual en Irak.

A Obama se le siguen abriendo frentes en las últimas semanas. Si las presiones (incluso dentro de su partido) han crecido sobre la crisis yihadista y el Estado Islámico y la estrategia que ha de seguir Estados Unidos, este sábado ha decidido posponer y no tomar medidas ejecutivas sobre la reforma migratoria hasta después de las elecciones de noviembre, lo que ha causado una "profunda decepción" entre los grupos en California que promueven la legalización de los inmigrantes.

REFORMA MIGRATORIA

El presidente estadounidense dio este sábado marcha atrás a su intención de tomar medidas ejecutivas sobre la reforma migratoria antes del final del verano, y anunció que las retrasa hasta después de las elecciones legislativas de noviembre.

"Debido a la extrema politización de este asunto, el presidente cree que sería dañino para la propia medida y las perspectivas a largo plazo de una reforma migratoria integral anunciar una acción ejecutiva antes de las elecciones", afirmó un funcionario de la Casa Blanca, que pidió el anonimato, en una conferencia telefónica con periodistas.

Presiones desde su partido

De este modo, Obama cede a las presiones ejercidas por legisladores de su propio partido, el demócrata, que consideraban que estas acciones podían perjudicar a algunos candidatos en las elecciones claves del próximo noviembre.

Enfado entre grupos activistas

En estos comicios, en los que se renovará la Cámara de Representantes y un tercio del Senado, los demócratas temen perder el control de la Cámara alta. Conscientes de las críticas que este aplazamiento tendrá entre los activistas pro-reforma, especialmente la comunidad hispana, la Casa Blanca señaló que Obama solo ha decido postergar la cuestión y tomará estas acciones ejecutivas antes de finales de año.

"La decisión no es sobre si actuara o no, actuará antes del fin de 2014", indicó el alto cargo. Desde los grupos de activistas, la reacción no se hizo esperar y salieron rápidamente a mostrar su enfado. "El presidente Obama ha roto una promesa más de las que hizo a las familias inmigrantes. Al ceder ante los temerosos senadores demócratas y los intimidadores republicanos, ha decidido poner la política por delante de las vidas de los inmigrantes y las urgentes necesidades de EEUU", aseguró Deepak Bhargava, del Movimiento para una Reforma Migratoria Justa, FIRM, en un comunicado.

Una de las grandes promesas de Obama

Bhargava consideró la decisión como "tremendamente dura", de "un cálculo político miope" y que "sacrifica" a las familias inmigrantes. Obama había situado, al comienzo de su segundo mandato presidencial, la reforma migratoria como una de las prioridades de su agenda política.

Asimismo, a finales del pasado junio, aseguró que dado el bloqueo de los republicanos en el Congreso, que controlan la Cámara de Representantes, tomaría estas medidas ejecutivas antes del final del verano con el objetivo de encontrar una forma para solucionar la situación de los cerca de 11 millones de inmigrantes indocumentados que se calcula que hay en el país.

Entre las medidas que baraja el presidente, se encuentra la extensión del alcance del programa de Acción Diferida, DACA, que protege a jóvenes indocumentados de la deportación, o la ampliación del número de tarjetas de residencia ("green cards") que se conceden al año en el país.

También los republicanos aprovecharon el anuncio para criticar la "retórica vacía" de Obama. "El presidente sigue jugando a hacer política con un asunto tan importante (...) Sus promesas rotas son un bofetada en la cara de millones de hispanos en EE UU", aseguró Ruth Guerra, portavoz del partido republicano.

Por su parte, el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, indicó que "cualquier acción unilateral sólo tensará aún más la confianza entre la Casa Blanca y la gente".

Un proyecto de reforma migratoria bipartidista logró ser aprobado el año pasado en el Senado, de mayoría demócrata, pero se encuentra estancado en la Cámara de Representantes, donde los republicanos prefieren una reforma por partes del sistema migratorio condicionada al aumento de los recursos en materia de seguridad fronteriza.

EL ESTADO ISLÁMICO

Obama ha prometido una campaña para "destruir" al Estado Islámico (EI), pero el cuidadoso tono de sus declaraciones ha aumentado la suspicacia de políticos y expertos, que ven en su retórica el reflejo de una falta de estrategia clara contra los yihadistas. Por otro lado, la estrategia de EE UU que 'vende' Obama no es tan definida como la que ofrece su secretario de Estado, John Kerry, pidiendo una alianza internacional para actuar en el plano bélico y humanitario, o la del Pentágono, dejando claro que los bombardeos en Bagdad no bastan para hacer frente a los yihadistas del EI.

El asesinato del periodista estadounidense Steven Sotloff trece días después del de su compatriota James Foley ha aumentado el consenso en EE UU de que los ataques aéreos en Irak no bastan para vencer al EI, y cada vez son más los que se impacientan ante el retraso de la Casa Blanca en actualizar sus medidas.

"Está siendo demasiado cauto"

"He aprendido una cosa de este presidente, y es que es muy cauto, quizá demasiado cauto en este caso (de la amenaza del EI)", indicó recientemente la presidenta del Comité de Inteligencia del Senado estadounidense, su compañera del Partido Demócrata Dianne Feinstein.

La reacción de Obama al asesinato de Sotloff desde Estonia, donde prometió que "se hará justicia", contrastó con la del vicepresidente Joe Biden, horas después, mucho más rotunda, al sentenciar que perseguirá a quienes dañen a estadounidenses "hasta las puertas del infierno, porque al infierno es donde irán".

El mandatario también confundió a la prensa al afirmar que su plan es "degradar y destruir" al EI, para indicar poco después que pretende reducir al grupo yihadista a una amenaza "manejable", lo que obligó al secretario de Defensa, Chuck Hagel, a aclarar que el objetivo es acabar con el grupo yihadista.

Obama no quiere una guerra al 'estilo Bush'

Obama, el presidente reflexivo por antonomasia, ha definido buena parte de su política exterior en contraste con lo que percibe como una catastrófica precipitación de su predecesor, George W. Bush, que llevó al país a una guerra en Irak sin una estrategia clara.

"Creo que Obama modera deliberadamente su retórica", dijo Gordon Adams, un experto en diplomacia estadounidense de la American University (AU) de Washington. "Una retórica de guerra convertiría a Estados Unidos en un actor en un conflicto que comenzó hace siglos y que no se resolverá pronto", añadió Adams, para quien Obama "hace bien en ser cauto".

Dudas entre compañeros de partido

Pero cada vez son más los demócratas que, como Feinstein, exigen una estrategia para combatir al EI también en Siria, y sospechan que el gobernante no se toma al grupo yihadista demasiado en serio.

El pasado enero, en una entrevista con la revista The New Yorker, Obama comparó a los yihadistas de Irak con "un equipo universitario" de baloncesto, y dijo que "no solo porque se pongan uniformes de (Los Ángeles) Lakers se convierten en Kobe Bryant", trazando una brecha entre su amenaza y la que llegó a suponer Osama Bin Laden.

La Casa Blanca ha negado desde entonces que Obama se refiriera explícitamente al EI, pero esas declaraciones, unidas a su reciente afirmación de que aún no tiene "una estrategia" contra ese grupo en Siria, han condicionado la forma en que muchos interpretan la respuesta del Gobierno al grupo extremista.

Mientras cada vez más republicanos del Congreso instaban a atacar al EI también en Siria, Obama ha intentado contrarrestar los mensajes alarmistas sobre el alcance del grupo extremista.

"Sí, Oriente Medio es complicado, pero la verdad es que lleva mucho tiempo siendo complicado. Les prometo que las cosas son mucho menos peligrosas ahora que hace 20, 25 o 30 años. Esto no es algo comparable a los retos que afrontamos durante la Guerra Fría", dijo Obama en un encuentro con donantes el pasado viernes.

Una alianza para no repetir Afganistán ni Vietnam

Para el columnista Dana Milbank, del diario Washington Post, ese mensaje no cumple su objetivo de "tranquilizar" a los estadounidenses, que "se preocuparían menos si el presidente se preocupara más" por el avance del EI.

"Probablemente sea cierto que la amenaza de radicalización interna es mayor en Europa que en Estados Unidos, pero el optimismo de Obama chirría en comparación con el estado de ánimo de los aliados de la OTAN con los que se reunirá esta semana", escribió Milbank el miércoles en el diario.

Para Obama, parece más prioritario formar una coalición mundial contra el EI, con aliados como Turquía, Jordania o Arabia Saudí como protagonistas, convencido de que la solución al conflicto no es solo militar ni depende principalmente de Estados Unidos. Esa lección no se extrae solo del conflicto de Irak, sino de las incursiones en Afganistán y Vietnam que, según Adams, demostraron que "el uso aleatorio de la fuerza no acaba con las insurgencias".

"Este es un tema que acabará definiendo en parte la presidencia de Obama, y lo peor es que Estados Unidos no va a determinar el resultado. Es una lucha interna en Oriente Medio, y solo en Oriente Medio se encontrará la solución. La imagen de Obama quedará marcada por acontecimientos que no controla", opinó Adams.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento