Jin Guangying era una una niña de 13 años que llevaba el almuerzo a su padre, un soldado que combatía en el frente de la provincia de Jiangsu, en China, cuando cayó en una emboscada del ejército japonés y resultó herida; 64 años después, cuando es ya una anciana de 77, ha descubierto que tenía desde entonces una bala alojada en el cráneo.
Investigaciones posteriores han determinado que la bala pertenecía al Ejército nipón, contra el que China combatió durante la Segunda Guerra Mundial.
La familia podría demandar al Estado japonés
La familia de la anciana está estudiando demandar al Estado japonés para que se disculpen públicamente y concedan una compensación económica por lo que ha tenido que padecer Jin Guangying.
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