La Comunidad aún debe 95 millones en ayudas para reformar casas a 25.000 familias

La Comunidad de Madrid tiene cuentas pendientes con más de 25.000 familias madrileñas, en algunos casos desde el año 2001. El Gobierno regional les debe un total de 95 millones de euros por la concesión de ayudas para la rehabilitación de sus casas, según han reconocido fuentes de la Consejería de Vivienda. Estas subvenciones forman parte de los planes regionales y estatales en materia de rehabilitación de viviendas. En concreto, el Gobierno de Ignacio González debe a miles de vecinos de Madrid 10 millones de euros de los programas regionales y 85 de los programas estatales.

Esta deuda ha provocado que la administración regional sea la única comunidad autónoma que no ha firmado aún el plan de vivienda 2013-2016 que ha puesto en marcha el Ministerio de Fomento. "No hemos firmado porque aún no se han terminado de pagar las ayudas de planes anteriores", señalan desde el Gobierno regional, que argumenta que ahora cuenta con un nuevo obstáculo: "El modelo ha cambiado y ahora son las comunidades autónomas las que tienen que financiar los planes estatales adelantando el dinero". Desde Fomento explican que los flecos pendientes de anteriores planes no impiden acceder a las nuevas ayudas, que podrían rondar los 128 millones de euros: "Está todo preparado la firma", sostienen fuentes gubernamentales.

Los planes de vivienda y rehabilitación estatales los diseña el Gobierno y los ejecutan las Comunidades Autónomas, que son las encargadas de tramitar y repartir las ayudas. Estos programas prevén subvenciones de hasta un 60%, repartidas entre la administración estatal (40%) y la regional (20%). El 40% restante de la inversión corre a cargo del solicitante. Bajo estas condiciones, miles de familias se endeudaron y solicitaron créditos para hacer frente a su parte del pago.

Casi 15 años después, 25.288 familias siguen esperando su subvención: 6.500 del plan de rehabilitación 2001-2004, 12.000 del plan 2005-2008 y 6.788 del programa 2009-2012, según datos facilitados por el PSOE. A la mayoría de estas familias también les han concedido ayudas de planes regionales, aunque Vivienda no ha ofrecido cifras. Se da la circunstancia que los 85 millones de euros de los planes estatales han sido transferidos al Gobierno regional pero no han llegado a las familias. "Estamos aún pendientes de justificar este dinero", señalan desde Vivienda.

Sin embargo, Pablo Cavero, consejero de Transportes, Infraestructuras y Vivienda, reconoció en la Asamblea el pasado día 5 ante una pregunta del PSOE que ese dinero se había gastado en otras prioridades. "Las limitaciones presupuestarias nos han obligado a una mayor priorización y eficiencia en la gestión de nuestros recursos y a poner por delante de otros gastos el gasto social: gasto social como la sanidad; gasto social como la educación; gasto social como los servicios sociales, o la subvención al transporte", dijo Cavero.

En Madrid capital, hay numerosas zonas afectadas, destacando Antonio López, Virgen de Begoña, Entrevías, Batán, Sandi, Nuestra Señora de Lourdes, San Ignacio de Loyola, Los Pinos de San Agustín, Ciudad de los Ángeles o Ciudad Pegaso. En el resto de la región, familias del polígono Puerta de Madrid y Reyes Católicos (Alcalá), barrio San José y centro (Torrejón), barrio Estación (Coslada), Parque Coruña (Villalba) o centro histórico de Navalcarnero y Aranjuez también siguen esperando recibir su dinero.

El número 53 de la calle Villalobos, en la colonia Los Pinos de San Agustín (Puente de Vallecas), está a medio acabar. Los vecinos de sus 20 pisos se acogieron en 2001 al plan estatal de rehabilitación. Además, se le concedieron 50.000 euros de los planes regionales para la instalación de un ascensor. Sin embargo, aún no han recibido el 60% de la inversión total (443.000 euros más IVA, que ha subido del 7% al 10% desde entonces). Por eso, la rehabilitación de su edificio aún no está completada: "Hemos llegado hasta donde hemos podido", lamenta el presidente de la comunidad José Naranjo, de 84 años, que vive en el bloque junto a su mujer.

Con dinero de sus bolsillos, los vecinos han instalado el ascensor, mejorado los cimientos, las escaleras y las instalaciones de electricidad y agua, pero debido a la falta de liquidez la fachada sigue intacta. "A algunos vecinos nos han tenido que apuntalar las terrazas", señala una vecina del bloque que también tiene apuntalado el cuarto de baño. "Somos gente modesta que ha logrado reunir el dinero con mucho esfuerzo. Aquí hay personas en paro y otras que viven de su pequeña pensión. Algunos se lo hemos pedido a familiares, pero otros se han endeudado pidiendo créditos que no pueden pagar", explica otro vecino. Todos aseguran que decidieron hacer la inversión animados por las subvenciones ya que de lo contrario "hubiéramos hecho lo mínimo indispensable para garantizar la seguridad". Lo que tienen claro es que no se van a rendir: "No vamos a parar hasta que nos den nuestro dinero. Somos peleones".