Los cambios de timón de C's y la escalada verbal con Podemos complican la reunión a tres

  • Cuidadanos endurece las condiciones para el diálogo al exigir el apoyo de Podemos en lugar de su abstención.
  • La escalada verbal entre Rivera e Iglesias complica el escenario de negociaciones en la víspera del encuentro entre las tres formaciones.
  • A menos de un mes de nuevas elecciones si no hay acuerdo, Sánchez evita enfrentarse a ambos y dice que lo importante es sentarse a negociar.
Albert Rivera, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias se dan las manos antes de comenzar un debate electoral.
Albert Rivera, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias se dan las manos antes de comenzar un debate electoral.
EFE/ Juanjo Martín
Albert Rivera, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias se dan las manos antes de comenzar un debate electoral.

Dos es compañía, tres es multitud, dice el refrán. Algo parecido deben de pensar al menos dos de los tres partidos que este jueves se reunirán, por primera vez, en el marco de las negociaciones para tratar de formar Gobierno. Podemos y Ciudadanos, que se consideran incompatibles y descartan la posibilidad de compartir un Gobierno de coalición con el PSOE, llegan a este encuentro a tres muy alejados y en plena escalada verbal entre ambos, sobre todo por parte de la formación naranja, lo que complica el panorama y las posibilidades de éxito de la reunión.

Los socialistas están tratando de digerir, sin grandes aspavientos hacia fuera, la actitud de C's, que a pocos días de un encuentro que se ha tardado más de tres meses en conseguir ha endurecido su discurso hacia el partido de Pablo Iglesias y ha cambiado de postura, pasando de pedir su abstención a exigir su apoyo al pacto firmado entre el líder socialista, Pedro Sánchez, y el líder de C's, Albert Rivera.

Donde antes había disposición a "enmendar", "ampliar" y "mejorar" dicho acuerdo con las aportaciones de otros partidos, C's ahora habla de que Podemos tendrá que apoyar el acuerdo con los socialistas "sin modificar una coma", ya que, de lo contrario, se levantará de la mesa de negociación. Así lo afirmó este martes el secretario de Comunicación de la formación naranja, Fernando de Páramo, y poco después, el portavoz parlamentario de C's, Juan Carlos Girauta, insistía en que "no habrá más cesiones", al tiempo que, en plena rueda de prensa, pedía un Gobierno de coalición entre PSOE y Ciudadanos.

De esta manera, Girauta hacía oficial un cambio de timón en la postura mantenida hasta ahora por su partido, que siempre había afirmado que jamás entraría en un Gobierno que no estuviera presidido por Rivera."Ese Gobierno para el que pedimos el apoyo tiene que estar constituido por miembros del PSOE y de Ciudadanos", dijo el miércoles Girauta, con el argumento de que "un Gobierno monocolor del PSOE sería demasiado débil para tirar adelante". Y aunque no quiso entrar a hablar de nombres y ministerios, la polémica ya estaba servida, puesto que Rivera ha criticado duramente todo este tiempo el hecho de que Iglesias reclamara en febrero la vicepresidencia y varias carteras para Podemos en un hipotético Ejecutivo de coalición.

Las palabras de Girauta causaron un profundo malestar en algunos diputados y dirigentes de la formación naranja, que consideran que no era el momento para hablar de ello. De hecho, fuentes oficiales de C's se apresuraron a matizar a su portavoz parlamentario y señalaron que entrar ahora en un Ejecutivo con el PSOE "no está sobre la mesa" y que, aunque no lo descartan, es un asunto que "ni se ha hablado, ni negociado, ni es un objetivo político".

"Esa posibilidad siempre estuvo y ellos [Ciudadanos] ahora han modulado el discurso para no quedar mal", afirma al respecto un diputado socialista cercano a Ferraz. Pero Ciudadanos, que llega a la reunión con una posición al alza en las últimas encuestas en caso de nuevas elecciones, ha optado por este cambio en su estrategia negociadora con Podemos sin consultarlo previamente con el PSOE, a pesar de que ambas formaciones decidieron que negociarían conjuntamente y coordinarían sus posiciones.

Oficialmente, los socialistas tratan de restar importancia a este hecho y a las diferencias entre Podemos y C's, y tratan de templar los ánimos y rebajar el tono, conscientes de lo que se juegan.  "Lo importante es que vamos a empezar a negociar", se limitaba a decir Sánchez este miércoles en el Congreso, donde evitó enfrentarse tanto a Rivera como Iglesias. Nadie en su partido quiere opinar públicamente sobre la actitud del partido naranja, pero en privado, algunos diputados socialistas creen que C's está ya pensando en clave electoral, dirigiendo sus mensajes hacia sus votantes para evitar posibles fugas tras su pacto con el PSOE. "Son dos machos disputándose a la hembra", afirma otro, refiriéndose también a Podemos.

Ambiente caldeado

La formación morada también ha apostado por la contención, en un intento por llegar a la reunión a tres "con la mejor voluntad", según fuentes oficiales del partido, que prefieren no opinar sobre el cambio de postura de Ciudadanos. "Ellos sabrán las razones de su actitud", señalan. Sin embargo, y a pesar de que este martes el número dos de la formación morada, Íñigo Errejón, pedía a C's que bajase "el tono" y no pusiera "zancadillas", el ambiente entre ambas formaciones no para de caldearse y empeorar en vísperas del encuentro a tres.

Prueba de ello es el rifirrafe este miércoles en el pleno del Congreso entre Rivera e Iglesias, a cuenta del acuerdo sobre refugiados alcanzado en el último Consejo Europeo. "Con intolerantes, con quienes son incapaces de reconocer los derechos humanos, es muy difícil hacer un Gobierno progresista", decía el líder de Podemos dirigiéndose a Sánchez, en referencia a C's, a quien reprocha que "querían negar la tarjeta [sanitaria] a personas que solamente estaban huyendo de la pobreza".

"Iglesias mezcla la Ley de extranjería con asilo político", respondió Rivera, que recurrió a Venezuela para atacar al líder de Podemos. "No sé dónde ha estudiado usted derecho, yo he estudiado en Barcelona y en Helsinki; usted ha dado clases en su fundación financiada por Venezuela", ha dicho en referencia a las informaciones publicadas este martes. "A ver si usted defiende los derechos humanos en todo el mundo, sin saltarse los países que, supuestamente, financian su partido”.

"Quiero recordar que el Tribunal Supremo en dos ocasiones ha archivado sendas querellas por estas acusaciones", ha dicho Errejón al respecto en un turno por alusiones. "Si alguien tiene necesidad de aclaración lo que tiene que hacer es acudir a los tribunales", añadió. Sánchez, por su parte, ha evitado enfrentarse a Iglesias y a Rivera en el hemiciclo.

"Buena sintonía" entre Podemos y PSOE

La tensión creciente entre Podemos y C's contrasta con el buen clima existente estos días entre la formación morada y el PSOE, cuyos equipos negociadores han mantenido contactos previos para preparar la reunión del jueves, y de los que fuentes del partido de Iglesais destacan el "buen rollo" y la "sintonía". Nada que ver con las acusaciones y reproches de los dos primeros meses tras el 20-D, que alcanzaron su cenit en la sesión de investidura de Sánchez a principios de marzo, que resultó fallida.

Desde entonces, Podemos ha moderado mucho el tono, ha dejado de exigir una negociación bilateral con el PSOE y levantado el veto a reunirse con C's, ha renunciado e exigir la vicepresidencia para Iglesias y dejado de lado el debate sobre los sillones. También se ha mostrado dispuesto a hacer cesiones en materia económica y laboral. "Vamos a hacer un último intento", señalan fuentes de la Ejecutiva del partido, que achacan la actitud de la formación de naranja a que "están nerviosos".

Sin embargo, el portavoz parlamentario de C's, ante los acercamientos entre sus socios socialistas y la formación morada, señalaba este miércoles a modo de reto que en el PSOE son "muy libres" de negociar con los de Iglesias y no necesitan a C's para acordar con ellos. "Fíjese el miedo que tenemos que digo que no nos necesitan y son muy libres de hacerlo".

La reunión se producirá, por tanto, en medio de arenas movedizas. De un lado, los de Rivera exigen el voto a favor de Podemos a su pacto, sobre el que afirman que ya no están dispuesto a hacer más cesiones, y se declaran "antagónicos" con la formación morada. De otro, Iglesias, que encabeza su equipo negociador, acusa a C's de sentarse a la mesa con "amenazas, tono maximalista y radicalismo verbal". Su posición será pedir la abstención de la formación naranja para facilitar un "Gobierno de coalición progresista". Y en medio, Sánchez, que hasta ahora ha insistido en cualquier acuerdo pasa por su pacto con C's, haciendo equilibrismos.

Entretanto, el reloj avanza y las elecciones se vislumbran a la vuelta de la esquina, a menos de un mes de cumplirse el plazo para tener que convocarlas (próximo 2 de mayo). Pero nadie quiere cargar con la culpa.

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