El número de indecisos baja nueve puntos de cara al 26-J y el electorado se polariza

La encuesta preelectoral del CIS -la mayor de España- para las elecciones del 26 de junio recoge una reducción considerable de la incertidumbre del voto respecto a las elecciones del 20-D. Así, el número de encuestados que ha decidido qué papeleta introducirá en la urna crece hasta el 66,9%, nueve puntos más que en diciembre. En el lado contrario los indecisos pasan del 41,6% al 32,4%.

Los que no saben a quien apoyar dudan prácticamente entre las mismas opciones y en porcentajes similares (con diferencias máximas de un punto) que antes de la repetición electoral: el 10% lo hace entre el PP y Ciudadanos; el 9,4%, entre el PP y el PSOE; y el 8,9%, entre el PSOE y Ciudadanos. En cambio, prácticamente ningún elector se plantea la disyuntiva entre respaldar a Unidos Podemos o cualquier otra formación. Los de Alberto Garzón y Pablo Iglesias serían de acuerdo a este sondeo, la primera fuerza de la oposición, adelantando al PSOE en votos y escaños.

Respecto a la participación, que se espera inferior a la de diciembre, el número de personas que irá a votar "con toda seguridad" baja dos puntos y medio, del 55,8% al 53,2%.

La polarización y el tono bronco que los partidos políticos han imprimido a la precampaña se deja notar también en el electorado. Mientras el número de españoles que se declara de centro desciende del 22,2 al 19,7%, los que aseguran ser de izquierdas y de derechas crecen, y lo hacen, además, por los extremos de la escala:  mientras los progresistas son ahora el 39,7% (frente al 37,9% registrado hace seis meses) los conservadores ascienden al 24,3% (frente al 23,7% de diciembre).

Esta influencia se nota también en su percepción sobre los partidos políticos. Los electores colocan al PP cada vez cerca de la extrema derecha con un 8,35 sobre 10 (0,09 puntos más). El PSOE se acerca al centro tras su pacto con Ciudadanos con un 4,60 (0,2 puntos más). Ciudadanos permanece escorado a la derecha con un 6,39 (0,02 puntos más) pese al acuerdo de investidura entre Pedro Sánchez y Albert Rivera y sus intentos por situarse en el medio de la escala ideológica. La coalición IU-Podemos empuja a ambos partidos a la izquierda (0,11 y 0,27 puntos, respectivamente) hasta igualarse en el 2,19 sobre 10.

A pesar de ello, la clasificación de los españoles por corrientes ideológicas se mantiene con pocas diferencias: mientras un mayoritario 15% no se ubica en ningún espacio, el 14,5% se declara socialista, por un 12,8% de conservadores, un 11,1% de liberales, un 11% de progresistas, un 6% de socialdemócratas, un 4,8% de demócratas cristianos y un 2,5% de comunistas.

Por edades, la nueva coalición Unidos Podemos acapara el voto joven y adulto hasta arrebatar a Ciudadanos la hegemonía que ostentaba y adelantar al PSOE, su rival en la izquierda- en las franjas de 18 a 24 (17,5% frente a 12%), de 25 a 34 (18,2% frente a 11,1%) y de 35 a 44 años (14,7% frente a 10,7%). Los de Pedro Sánchez conservan su capacidad de atracción en las franjas de 45 a 54 y de 55 a 64 años (donde se mueve el voto socialista tradicional) gracias a un 14,1% y un 17,7% del respaldo, respectivamente.

Ciudadanos sufre una destacada pérdida de apoyos en todas las franjas de edad; la más severa, de cinco puntos, entre el electorado de 18 a 24 años (pasa del 14,2% al 9,1%). A pesar de ello, mantiene su tranversalidad hasta los 64 años, donde el PP continúa siendo hegemómico con un 27,5% de los votos.

Por sexos, Unidos Podemos hereda la desigualdad entre el voto masculino y el femenino (13,3% frente a 10,5%) que ya arrastraba Podemos. En cambio, Ciudadanos reduce de 3,4 a 0,9 décimas la distancia entre ellos y ellas. PP y PSOE mantienen la homogeneidad de sus seguidores prácticamente al 50%.

El nuevo CIS asegura que Unidos Podemos se llevaría la mayoría del total de los votos en disputa en las ciudades con más de un millón de habitantes -es decir, la suma de Madrid y Barcelona- al conseguir el 17,3% de los sufragios.

El  PP, segundo con un 14,5%, mantendría el primer puesto en el conjunto de las capitales de hasta un millón de habitantes (Valencia, Sevilla, Zaragoza, Málaga, Murcia y Palma de Mallorca), en las grandes ciudades de hasta 400.000 vecinos (como Bilbao, Alicante, Córdoba, Valladolid, Móstoles, San Sebastián, Salamanca o Cádiz), en las urbes periféricas de hasta 100.000 residentes (Lugo, Cáceres, Santiago, Toledo, Zamora, Ávila, Cuenca) y en los municipios de menos de 50.000 habitantes y los pueblos de la España rural.